El regalo de la vida, nunca mejor dicho. Bernardo Noel Marie De Larminat nació el 25 de diciembre de 1920 en Argentina. Vivió su infancia en un campo de la provincia de Neuquén y al crecer se dedicó a pilotear aviones de guerra, participando en más de 300 combates, al comienzo con la aviación canadiense y luego en las filas de los “Franceses Libres” de De Gaulle.

Según consigna el portal web latinoamericano de History, durante la primera experiencia militar de Larminat, él había decidido prepararse como soldado en un campo de entrenamiento canadiense. Sin embargo, en el mismo buque donde viajaba se encontró con un grupo de idealistas argentinos que también iban a participar, pero ellos se alistarían en una escuela de vuelo. Con esa señal, Bernardo trazó su nuevo norte.

Para 1941, con solo 21 años, Larminat se había transformado en un piloto de caza y empezó a manejar su Spitfire, una de las naves más modernas de la era. Luego de dos años en que participó en varias escuelas de vuelo donde perfeccionó su combate aéreo, llevó sus primeras misiones en Europa y más adelante en África.

A los 23, el argentino se convirtió en Jefe de escuadrilla, comandando un equipo especializado de pilotos de Canadá que brindaban apoyo con sus vuelos al avance del VIII Ejército Británico.

Como explican en History, Larminat combatió a los nazis con su Spitfire durante la II Guerra Mundial hasta que un accidente aéreo le llevó a renunciar a su puesto y abandonar el conflicto bélico.

Concedida la baja, Larminat regresó a la Patagonia argentina donde volvió a una pacífica vida de campo, recordando su historia piloteando su mítico Spitfire durante los cielos en la II Guerra Mundial.

Larminat finalmente falleció a sus 89 años el 6 de enero del 2010, siendo sepultado en la Estancia El Bosque, El Huecú, al lado de su esposa Manina.