• Andrea Cova Moore, equipo de Facts
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La semana pasada el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó la tasa de ocupación informal durante el trimestre abril-julio de 2024 que se ubicó en 28,2%, creciendo 1,0 punto porcentual en doce meses, sin embargo, en ese trimestre, la población ocupada informal creció 7,2%, lo que significa 176.198 personas. Este es uno de los indicadores que demuestra la debilidad del mercado laboral y el deterioro del mismo, y en esta misma línea, según un estudio de salarios y contrataciones de Laborum, el 29% de los especialistas en el área de recursos humanos prevé reducir el personal durante los próximos meses.

Asimismo, en lo que va de año, el 77% de los expertos consultados en Chile declaró haber realizado despidos, siendo el país con un indicador tan alto, que se posiciona por encima de Perú (74%), Ecuador (69%), Panamá (67%) y Argentina (65%). El mismo análisis señala las razones principales de término de relación laboral: en el país, destacan el desempeño insuficiente (51%), la reducción de costos (50%) y el impacto de la situación económica (26%). En el estudio participaron 4.187 personas y especialistas en recursos humanos de Argentina, Chile, Ecuador, Panamá y Perú.

Los posibles factores

Andrés Acuña, director del Magíster en Economía Aplicada en el departamento de Economía y Finanzas de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío, explica que “se debe ser cauteloso en extrapolar las percepciones de los especialistas en recursos humanos al mercado laboral chileno en general, especialmente si no es posible conocer la representatividad estadística a nivel sectorial de dichos expertos”.

Sin embargo, Acuña apunta a que el estudio entrega luces respecto de las expectativas económicas de corto y mediano plazo de la generación de nuevos puestos laborales: “El pesimismo en materia de despidos puede reflejar incertidumbre en los agentes económicos sobre dos reformas que impulsa el gobierno del presidente Gabriel Boric—previsional y tributaria—especialmente si estas últimas incrementan la estructura de costos y las perspectivas de crecimiento de las empresas nacionales”.

Asimismo, señala que a ese complejo escenario se le agregan los ajustes de jornada laboral que rigen desde este año y a la “anunciada reforma destinada a instalar la negociación colectiva multinivel, (los cuales) han obligado al sistema de empresa nacional a replantearse la política de contrataciones y remuneraciones”.

Por su parte, Víctor Martínez, director ejecutivo del Centro de Investigación Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo, aclara que para comprender la situación, “es importante recordar que uno de los rasgos distintivos de los efectos económicos de la pandemia y la subsiguiente recuperación ha sido la heterogeneidad de su impacto”.

El especialista señala que algunos sectores han sido fuertemente afectados y han experimentado una recuperación nula o muy lenta, mientras que otros han sufrido menos y se han recuperado con mayor rapidez. “Esto implica que, aunque el agregado de la economía muestre signos de recuperación, existen sectores que aún enfrentan serias dificultades, lo que se refleja en despidos y problemas en la recuperación del empleo”.

En tanto, Acuña detalla que durante la pandemia de Covid-19, se registró un incremento importante en la tasa de desempleo, una contracción significativa en la tasa de participación y en la tasa de crecimiento económico, lo que ha ralentizado el ritmo de expansión del empleo a nivel nacional.

“Si bien la tasa de crecimiento promedio anual del empleo durante 2024 es superior a lo observado en igual fecha en el año anterior, esta es inferior al registro promedio de 6,8% en 2022. A su vez, la tasa de informalidad laboral se ha elevado por sobre el 28% en 2024, lo que genera un desafío importante (y una distorsión relevante) a la modificación del sistema previsional que plantea el ejecutivo, cuya fracción del 6% adicional destinada a reparto constituye un impuesto a la productividad laboral de los trabajadores formales”, agrega.

La recuperación del mercado

Carmen Cifuentes, investigadora de Clapes UC, puntualiza que la pandemia fue “devastadora” para los mercados laborales de todo el mundo y Chile no fue la excepción, “aunque ya se veía un leve deterioro desde antes, asociado a los efectos del llamado estallido social. Durante la crisis sanitaria se destruyeron cerca de 1,9 millones de empleos en términos interanuales, lo que estuvo acompañado de una salida masiva de personas del mercado laboral. Si bien el mercado laboral se ha ido recuperando desde entonces, este se mantiene débil, o más bien estancado, al menos desde mediados de 2023”.

Cifuentes aclara que se están creando pocos empleos, y en su mayoría están siendo puestos de trabajo informales, y en contraste, el empleo formal en el sector privado no logra avanzar. “No hemos recuperado ni la tasa de ocupación ni la tasa de participación laboral que registrábamos antes de la pandemia”.

En cuanto a la recuperación del mercado laboral, la investigadora señala que depende en gran medida de cómo evolucione la actividad económica. “Si bien todavía se espera un crecimiento más alto que en 2023 – cuando apenas crecimos un 0,2 % real anual – las proyecciones se han ido ajustando a la baja en concordancia con una actividad económica que se ha decepcionado en los últimos meses. Además, varios expertos concordamos en que se han impulsado además una serie de medidas que están aumentando los costos laborales para las empresas”.

Esto indica, según Cifuentes, que de haber una recuperación del mercado laboral, será gradual, y dependerá tanto del desempeño de la economía como de que se implementen políticas laborales apropiadas. “Con todo, es bueno cuestionarnos si el actual debilitamiento del mercado laboral es de carácter cíclico, o si más bien la pandemia generó un cambio estructural en nuestro mercado del trabajo”.