• Andrea Cova Moore, equipo de Facts
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Una de las crisis que atraviesa Chile, aparte de la seguridad, tiene relación con el ingreso masivo de migrantes. Según las últimas cifras disponibles, en el país existe registro de al menos 1.5 millones de extranjeros con documentación en regla. De estos, el 30% corresponde a venezolanos, lo que posiciona a las personas del país caribeño, como la colonia extranjera mayoritaria en Chile, superando a la peruana en 2019. Además, de acuerdo con el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2023: Migrantes, refugiados y sociedades del Banco Mundial, Chile posee una relación entre migrantes y población de destino del 7,7%, lo que lo posiciona como el más alto de la región.

El mismo informe detalla -con datos de mediados de 2022 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados- que el país de la región con la mayor cantidad de refugiados provenientes de Venezuela es Perú con 1.490.673 personas, seguido por Chile con 505.007. Sin embargo, Chile registra un nuevo fenómeno: la salida masiva de migrantes venezolanos.

Una de las medidas implementadas por el Gobierno ante la crisis migratoria tiene relación con la militarización de los límites fronterizos con Bolivia y Perú, con el objetivo de entregar apoyo de control y orden público. Este despliegue militar en las regiones de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta busca frenar el tránsito de personas que quieren ingresar de forma ilegal. En el caso de los venezolanos, antes de esta medida, estos representaban el 80% de las llegadas, sin embargo, hasta marzo de 2023 representan solo el 36%.

El Boletín Demográfico Anual del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), elaborado a partir de datos de las bases del control fronterizo y administrado por la Policía de Investigaciones (PDI), durante 2022, indica que los ingresos de personas de forma legal incrementaron en 11.900 casos, estos consideran a todas las nacionalidades. En el caso de los venezolanos, la cifra indica que 12 mil personas dejaron Chile, pese a ser residentes del país.

De acuerdo con el mismo boletín, en 2020, 524 venezolanos abandonaron Chile, en 2021 la cifra incrementó exponencialmente, pasó a 26.462 personas y en 2022, se registraron 12.035 casos.

Los factores del nuevo fenómeno

Los factores que acompañan la disminución del ingreso de migrantes venezolanos y su salida, tiene relación con múltiples factores. De acuerdo a lo que consigna El Mercurio, este nuevo fenómeno inició con el estallido social de 2019, lo que para muchos venezolanos significaba el inicio de una crisis política y social inminente para Chile. A todo esto, se le agrega la pandemia y las crisis de seguridad y económica que atraviesa el país.

Byron Duhalde, investigador del Centro de Estudios Migratorios de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago (USACH), estima que la masiva salida de migrantes venezolanos se da por las siguientes razones:

· Nueva Política Nacional de Migración, donde las personas no pueden cambiar su estatus migratorio dentro del país.
· La falta de oportunidades laborales.
· Dificultades para la inserción social.
· Dificultades económicas.

Asimismo, detalla que las características de los venezolanos es de un desplazamiento forzado, por lo cual “las personas que migran no necesariamente lo hacen por motivos económicos, sino que tiene que ver, más bien, con que las condiciones de vida en su país de origen son bastante complejas. Por lo cual, se ven forzados a tener que dejar su país en búsqueda de oportunidades económicas, pero también para tener un bienestar social. En ese sentido es normal que, ante la situación económica que atraviesa el país, período pospandemia y en todo lo que implica esto, se generen estas salidas de personas”, explica el especialista.

Sin embargo, reitera a la nueva política migratoria como un factor relevante: “Se generaron una serie de restricciones para el cambio de estatus migratorio estando dentro del país. Entonces, quienes ingresaron como turistas, por ejemplo, de manera regular no pueden cambiar su estatus migratorio y esto dificulta en función de buscar un trabajo, etc.”, detalla Duhalde.

Adriana Palomera, Directora Ejecutiva del Centro de Estudios Migratorios de la USACH, también coincide con Duhalde: “Sucede que a partir de la nueva Ley de Migración Extranjería, se establecen mayores restricciones (…) antes era mucho más fácil pasar de un estatus a otro. Y en el caso de las personas indocumentadas o irregulares, esta situación se vuelve mucho más compleja”, detalla la experta. Asimismo, señala la complejidad de acceder a mecanismos de visado y sus largos tiempos de tramitación, “incluso, sobrepasa los límites considerados por la propia ley”.

Por otro lado, Palomera señala que por la misma condición de no conseguir la documentación correspondiente, estas personas no pueden acceder a trabajos formales bien remunerados que permiten su estadía en el país. “Por tanto, tampoco pueden acceder a una vivienda digna y algunos beneficios mínimos que requiere cualquier persona que ha emigrado, y en consecuencia eso se hace insostenible para muchas familias que no han logrado en Chile avanzar hacia una mejora de su condición de vida”, explica la especialista.