• Andrea Cova Moore, equipo de Facts
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De acuerdo con el segundo Observatorio de Corrupción Municipal de la consultora Imaginaccion, 67 comunas del país poseen denuncias por mal uso de recursos públicos. El informe es una recopilación de noticias en los medios de comunicación, y obtuvieron 1.013 artículos realizados durante octubre de 2021 y julio de este año, asimismo, evidenciaron que en denuncias de este tipo existe un aumento durante los primeros seis meses de este año en comparación con años anteriores.

Esta recopilación de datos, evidenció que en 67 comunas del país existen indicios de mal uso de recursos públicos, siendo el monto total involucrado $431 mil millones. En cuanto a la corrupción a nivel nacional, Chile descendió este año en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2023 elaborado por Transparencia Internacional.

Según el informe, Chile se encuentra en el lugar 29 con una puntuación de 66 puntos y el índice clasifica a 180 países y territorios de acuerdo a las percepciones sobre el nivel de corrupción en el sector público, entendiéndolo en una escala de 0 a 100, donde el primer número equivale a altamente corrupto y 100 a muy baja corrupción.

El informe de Transparencia Internacional fue publicado en enero de este año, y para la publicación, la institución comentó que “Chile (66) continúa teniendo una posición destacada en el IPC por la fortaleza de sus instituciones democráticas y altos niveles de transparencia. Sin embargo, el país ha experimentado una disminución significativa en su puntaje desde 2014, perdiendo su liderazgo regional”.

Para el 2014, Chile se encontraba en el puesto 21 con un puntaje de 73 y desde entonces, ha disminuido en el mencionado informe.

La corrupción y el crimen organizado

José de la Cruz Garrido, académico del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, señala que “a modo de conjetura, no veo una conexión entre corrupción municipal y crimen organizado. No cabe duda, que hoy el tema de corrupción municipal es clave para la gestión del Estado y es transversal a todos los partidos políticos, el uso de corporaciones fantasmas o fundaciones para defraudar las arcas fiscales. Llama la atención que no esté en el debate de las municipales”.

No obstante, puntualiza que “el crimen organizado está permeando las instituciones policiales y de justicia. Pero es importante separar las aguas para atender a ambos fenómenos; sin embargo, hay indicios de que en algunos municipios con población más vulnerable y un Estado ausente, se cruzan”.

El experto explica que existen indicios de que “Chile nunca fue un paraíso o un caso aislado al contexto latinoamericano que se caracteriza por los altos niveles de corrupción. Sin embargo, lo que estamos observando hace unos años, es un salto a un nuevo contexto criminal. El crimen entre bandas; el tipo de violencia y organización tienen, por ejemplo, a la ciudad de Santiago en un toque de queda de facto”.

Pía Greene, ex coordinadora del Área de Prevención y de proyectos Internacionales de la Subsecretaría de Prevención del Delito e investigadora del Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado de la Universidad San Sebastián, señala que la corrupción siempre ha existido, pero está más presente cuando se instala el crimen organizado, ellos buscan “meterse con mercados ilegales y para eso requiere que al menos una persona empiece por mirar hacia el lado, cuando eso pasa de a poco se van corrompiendo personas y posteriormente instituciones que termina con una fase donde hay una permeabilidad que traspasa toda la institucionalidad, pero este no es el caso de Chile.

“En Chile, sí puede haber ciertas personas actualmente que han cedido frente a lo que ofrece el crimen organizado y se hayan corrompido, existen ciertas personas dentro de instituciones, pero eso no implica que haya instituciones que estén permeadas completamente por el crimen organizado”, estima. Incluso, señala que en el país existen ejemplos donde se sancionan a los funcionarios que participan en ese tipo de delitos.

Por último, Gonzalo Parra, académico y jefe de carrera de Ciencia Política de la Universidad Católica, señala que para que exista crimen organizado y pueda funcionar, establecerse en cualquier lugar “necesita un grado de colusión y corrupción con agentes estatales o funcionarios públicos. Esto es una condición indispensable para el funcionamiento del crimen organizado”. No obstante, argumenta que el país aún no llega a un punto crítico.