En 1994 Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, los únicos miembros de los Beatles que por entonces estaban con vida tras el asesinato de John Lennon en 1980, se reunieron para grabar el single “Free as a Bird”, una canción que el mismo Lennon había compuesto y grabado en formato cassette en una versión incompleta en 1977 en el departamento que poseía junto con su esposa Yoko Ono, en el edificio Dakota en la ciudad de Nueva York.

Mientras McCartney, Harrison y Starr posaban para un fotógrafo fuera del estudio donde trabajaban en la grabación, un pavo real blanco que rondaba por allí se coló en la foto y quedó inmortalizado junto a ellos, como si fuera un Beatle más.

“Ese era John. ¿Espeluznante verdad? es como si John estuviera por allí”, comentó por entonces Paul McCartney, quien asegura que durante toda la grabación de ‘Free as a Bird’ los tres miembros vivos de los Beatles tuvieron la sensación de que su antiguo compañero, asesinado en 1980 en Nueva York, les acompañaba en su labor en los estudios.

“Al final del single introdujimos un mensaje del revés, simplemente por reírnos y para dar a los chiflados de los Beatles algo que hacer. Una noche, cuando escuchábamos el single acabado en el estudio y éste llegó al final, la grabación empezó a hacer ‘zzzwrk nggggwaaaahhh jooohn lennnnnnon qwwwrk’. Le recé a Dios y todos dijimos ‘¡Es John, le gusta!’”, relataría Paul McCartney sobre lo que interpretó sin ningún tipo de duda como un mensaje de aprobación desde el Más Allá de John Lennon a cómo sus tres antiguos compañeros acabaron la canción que él había comenzado en 1977, la misma canción que sería lanzada en 1995 como single promocional del álbum “Anthology” y que ganaría un Premio Grammy a mejor interpretación vocal de un dúo o grupo con vocalista.