En 1967, un joven español de 21 años, de notable presencia y con un incipiente talento musical, llamado Camilo Blanes Cortés, participó como actor secundario en una película llamada “Los Chicos del Preu”, una cinta dirigida por el director Pedro Lazaga que se convertiría en uno de los mayores éxitos del cine hispano de los años 60’.

En dicha cinta, que abordaba en tono de comedia las vidas de un grupo de chicos y chicas preuniversitarios españoles, y sus problemas existenciales, amorosos y familiares, Camilo Blanes -un joven músico y compositor nacido en 1946 en Alcoy, provincia de Alicante- interpretaba a un joven español de clase media que deseaba ser músico, aunque debía primero enfrentarse a la oposición y obstinación de su padre, que había dicho sobre su hijo: “Es un memo mental, melenudo musical, pero ya me encargaré yo de desmelenarlo”.

Sin embargo, el estricto progenitor al final reculaba de su decisión y le compraba al personaje encarnado por Camilo Blanes una guitarra Fender Telecaster color crema, una guitarra inusual en la época de la autarquía franquista, aunque Camilo en la vida real ya tenía experiencia con ella, pues había integrado el grupo pop Los Daysons, los que solían actuar y grabar canciones en la radio de su natal Alcoy, y los Botines, otra banda pop donde hacía de vocalista.

En esa secuencia de la película “Los Chicos del Preu”, tras sacar de su caja la flamante y hermosa guitarra que la había comprado su padre, el personaje encarnado por Camilo Blanes tomaba el instrumento y pronunciaba una frase que sería profética: “Con esta la voy a armar, tocaré en todas partes y grabaré discos que se venderán por millones…seré famoso”.

Una escena con un joven Camilo Sesto.

La curiosa frase sería ciertamente profética, porque cuatro años más tarde, el mismo Camilo Blanes, bautizado ahora con el nombre artístico de Camilo Sesto (pues era el sexto integrante de la familia Blanes-Cortés que se llamaba Camilo), grabaría su primer disco solista, “Algo de mí”, iniciando de ese modo una carrera que no tendría precedentes en la escena musical de habla hispana –tanto en su faceta de cantante, compositor y productor-, carrera que con algunas interrupciones abarcaría las siguientes cuatro décadas, vendiendo más de 100 millones de discos e instalando 52 canciones de su autoría en el número 1 de las listas de éxitos.

Para algunos, ciertamente, la profética frase pronunciada por el joven Camilo Sesto en la película “Los Chicos del Preu”, que anunció su exitosa y futura carrera musical, no pasaba de ser una feliz y curiosa coincidencia, aunque para otros fue el vaticinio preciso, aparentemente casual pero significativo, de eso que llamamos destino.

Video: Profética frase de Camilo Sesto en la película “Los Chicos del Preu” (0:49 del video) (1967):