Muchos expertos del mundo paranormal aseguran que los gatos, populares y elegantes mascotas asociadas al misterio y a la noche, pueden ver fantasmas, espíritus y seres de otra dimensión, creencia que al parecer nace de la hipersensibilidad que tienen estos animales para detectar ciertas cosas que para los seres humanos pasan totalmente inadvertidas.

Desde tiempos remotos, son innumerables las leyendas que acompañan a la figura del gato. Los egipcios los elevaron a la categoría de dioses y los celtas, otro pueblo aficionado al mundo oculto, creía que los misteriosos ojos de estos felinos eran la puerta que conducía al mundo de las pequeñas criaturas –principalmente de las hadas- y que la cercanía de los gatos podía ponerlos en contacto con seres del otro mundo.

El autor británico Dennis Bardens, en su libro “Poderes secretos de los animales”, afirma que el gato posee una desarrollada percepción extrasensorial, que se manifestaría en cuatro habilidades reconocibles: la premonición o conocimiento anticipado de acontecimientos funestos; orientación geográfica instintiva; telepatía o comunicación mente a mente y la percepción de fantasmas y seres de otra dimensión.

Por ello, algunos médiums consideran a los gatos en extremo útiles para percibir entes y espíritus y ser una especie de nexos entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

Uno de los comportamientos más enigmáticos y recurrentes de los gatos ocurre cuando miran fijamente a la nada o a una pared durante horas, señal según algunos de que estarían ante la presencia de un fantasma, espíritu o entidad paranormal que nosotros no podemos ver.

En un capítulo de la famosa serie de televisión “Los Soprano”, Tony Soprano, el jefe mafioso protagonista, hacía poner en su lugar de trabajo una fotografía de su joven sobrino Chris Montisanti, trágica y recientemente fallecido. Y el gato del lugar, pese a que las paredes de la oficina estaban tapizadas con numerosas fotos e ilustraciones, se posaba en sus cuartos traseros sobre una mesa, donde se quedaba mirando fijamente a la fotografía de Chris durante un tiempo interminable, como si el atormentado espíritu del joven mafioso todavía rondara por allí.

Los expertos, por lo pronto, aseguran que las siguientes señales podrían indicar que los gatos están ante la presencia de un fantasma o entidad paranormal:

1) Cuando miran fijamente un punto indeterminado, aparentemente invisible para nosotros. Y si bien pueden estar sentados completamente quietos, sus ojos siempre se mantienen en su objetivo, que a veces parece moverse a través de la habitación o estancia donde se encuentra la mascota.

2) Cuando maúllan inesperadamente o hacen su peculiar bufido gatuno ante algo invisible, lo que podría significar que han captado o escuchado algo que sus dueños no han visto u oído, pero que puede significar que hay algo paranormal presente.

3) Cuando se muestran asustados ante algo inmaterial o cuando parecen buscar comodidad, tratando de esconderse detrás de algo o poniéndose delante de su amo para protegerlo. Algunos sostienen que esto podría deberse a que el visitante fantasmal no es de su agrado.

4) Cuando están con sus dueños pero actúan muy distraídos, como si hubiera alguien más en la habitación o algo innominado e invisible captara su total atención. Aunque la mayoría de las veces es probable que se trate de una audición selectiva, los expertos aseguran que también podría significar que un fantasma o espíritu los distrae.

Como ya se mencionó, además de su capacidad de ver fantasmas y entidades espirituales, los especialistas aseguran que los gatos también son capaces de desarrollar un fuerte lazo mental con sus propietarios, anticipando cuando sus amos están a punto de llegar a la vivienda, sin mencionar que también podrían predecir sucesos funestos que puedan afectarlos.

Los gatos también tienen un talento natural para captar diferencias en los campos magnéticos y detectar alteraciones eléctricas, desequilibrios en las cargas electrostáticas atmosféricas, presión del aire y emisiones sonoras, lo que les permitiría predecir terremotos con facilidad.

Los gatos también son capaces de reciclar energías negativas en los hogares. Por ello acostumbran sentarse y descansar en determinados lugares de la casa, donde captan estas impregnaciones negativas, transformándolas y eliminándolas finalmente de las viviendas.

Además, también tendrían un gran poder sanador y terapéutico. La frecuencia en la vibración producida por sus famosos ronroneos -resultado de impulsos rítmicos que van hacia su laringe- fomentaría la curación de los huesos y de los órganos del animal, explicando por qué los gatos ronronean cuando están heridos. Los felinos, increíblemente, también serían capaces de traspasar esta asombrosa capacidad curativa a los seres humanos que tienen cerca, ronroneando y arrimándose a las partes heridas de sus amos y curando lesiones en huesos, tendones y ligamentos. Por ello, si un gato se percata de que su amo está enfermo o enferma es bastante común verlo dormir junto a él haciendo un ovillo.

Finalmente, los expertos también aseguran que los gatos pueden predecir la muerte. De hecho, no es raro que en el caso de que en una residencia de adultos mayores en el que vive un grupo de gatos como acompañantes y “terapeutas” de los ancianos, uno de los felinos visite la noche anterior de la muerte a la persona que efectivamente fallece horas más tarde.