En 1987, una señora inglesa de apellido Sayer, junto a varios amigos, visitaron la base aérea Fleet Air Arm Station, ubicada en Yeovilton, Somerset, Inglaterra, una de las dos bases aéreas principales de la Armada británica y uno de los aeródromos militares más concurridos del Reino Unido, donde permanecen apostados más de un centenar de aviones y helicópteros de la Fleet Air Arm Wildcat Force y la Commando Helicopter Force, además de aviones antiguos del RN Historic Flight.

En esa oportunidad, los visitantes, para divertirse, le tomaron una fotografía a la señora Sayer sentada en la cabina de un helicóptero de guerra dado de baja. Sin embargo, cuando la imagen fue revelada posteriormente, todos quedaron muy sorprendidos al comprobar que al lado de la sonriente señora Sayer, quien se encontraba totalmente sola al momento de posar para la cámara, apareció la figura de una persona con camisa blanca sentada a su lado.

La señora Sayer, entrevistada por la prensa de la época, insistió en que no había nadie a su lado cuando le tomaron la foto, aunque sí confesó que cuando se sentó en el asiento de los pilotos sintió un repentino e intenso frío, un hecho bastante inusual tomando en cuenta que ese día había sido muy caluroso.

Por lo pronto, después que este caso se propalara, se tomaron varias imágenes en el mismo aparato, aunque el espectro del piloto no volvió a aparecer. Posteriores investigaciones revelarían que el helicóptero retirado había prestado servicios en la Guerra de las Falklands o Islas Malvinas -que enfrentó en 1982 a Argentina con Inglaterra por la posesión de estas islas ubicadas en el Atlántico Sur-, aunque al parecer no existen antecedentes que indiquen si alguno de sus pilotos murió en la aeronave.