El teatro de Pisagua , declarado en la actualidad como monumento nacional, fue construido en el año 1892 con tres secciones: la planta baja, donde se encuentra el teatro propiamente tal; el mercado, que ocupa su lado derecho; y las antiguas oficinas municipales que se emplazaban en su segundo piso.

La hermosa fachada de orden neoclásico de este histórico teatro, compuesto de pilastras, columnas, capiteles, balaustres, arcos y frontones triangulares, destaca sobre manera en el desolado paisaje urbano de este pueblo, dando la espalda al mar y mirando hacia la plaza. Sin embargo, como muchos edificios abandonados del norte chileno (como los que salpican el paisaje de la oficina salitrera Humberstone), esconde una serie de historias paranormales y supuestos avistamientos de fantasmas.

Por este motivo, la agencia de turismo Show Travel estrenó recientemente el “Ghost Tour” (tour de fantasmas), un recorrido que cuesta 90 mil pesos y que parte en Iquique, con la visita a la famosa animita de Hermógenes San Martín, un obrero pampino alevosamente asesinado en 1935 y cuyo fantasma supuestamente se aparecería por los alrededores.

El recorrido continúa en la tarde con una larga caminata por las polvorientas calles de Pisagua, uno de los históricos pueblos que vivió del esplendor del salitre, y termina de noche con la visita a las dependencias del teatro municipal, un señorial edificio de madera que no sólo sirvió de sede de espectáculos artísticos sino que también de cárcel.

César Parra, creador de la iniciativa “Ghost Tour” (que ha organizado visitas nocturnas a otros sitios chilenos con aura fantasmagórica, como el mítico Hospital San José), explica que la idea central es realizar actividades inusuales en un lugar inusual. “Pisagua está llena de historias extrañas y los visitantes, mientras sacan fotos o registran sonidos con sus cámaras y teléfonos celulares, quizás puedan encontrarse con algo raro o inexplicable. Sería tramposo de mi parte decirles que van a ver fantasmas, porque no puedo garantizar que eso suceda”.

Por lo pronto, los interesados por participar en el “Ghost Tour” crecen día a día. Especialmente después que varios diarios regionales informaran que un grupo de turistas que visitó Pisagua capturaron misteriosas imágenes fotográficas en el mismo teatro, además de algunas sorprendentes psicofonías (como la cavernosa voz de una mujer en el cementerio y sonidos de caballos y soldados cabalgando por el desierto).