• Andrés Bruckner, ex guía de Fútbol Argentino
• |
• Ver más de futbol-argentino

Quienes no estén obligados a relatar lo que fue el espantoso partido que se disputó en la Bombonera entre Boca y River, en una nueva edición del Superclásico, son verdaderos afortunados. Es que se trató de un “súper” que de “súper” tuvo solo el título. Patadas, fricción y lesiones son las palabras que mejor le quedan al pobre enfrentamiento entre los dos equipos más importantes de la Argentina en la “fecha de los clásicos”.

El maltrato que recibió la pobre pelota, que deambuló de un lado a otro sin que nadie le regalara una caricia empezó mucho antes, cuando los dirigentes de la AFA encargados de diagramar esta jornada eligieron los días previos -por ese entonces ya se conocía el calendario de la Copa Libertadores- al comienzo de los octavos de final de dicha competencia.

Si algún despistado aun no sabe cuál fue el resultado, se lo decimos: un abominable 0 a 0.  Boca quedó con un hombre menos a los 12 minutos por una brutal patada de Pablo Pérez. Desde allí, el trámite se desvirtuó con un fútbol de escaso vuelo porque el local dejó de sentir la obligación de ganar y River no supo encontrar ocasiones netas de gol.

tn.com.ar

Y hablando de octavos de final, algunos de los simpatizantes de Boca que concurrieron en la lluviosa tarde de domingo al estadio Alberto J. Armando, colocaron una bandera burlesca en la que le recordaron a su máximo rival la suspensión de la vuelta de octavos de final de la Libertadores 2015 en el entretiempo. “Biniste “A” jugar el 2do. tiempo…?” decía la porción de tela colocada en la tribuna local, ironizando además acerca del descenso de River a la Primera B Nacional en el año 2011.

A casi un año de una jornada nefasta en la que un sujeto -bajo ningún concepto es conveniente premiarlo llamándolo hincha- les arrojó gas pimienta a los jugadores de River, lo increíble es que al menos a una “mente brillante” se le haya ocurrido burlarse de su máximo rival que, tras ese episodio, se fortaleció y terminó ganando el torneo.

Luego de la inédita situación por la descalificación de Boca, se dijo que los dirigentes de River fueron a toda prisa a las oficinas de la CONMEBOL en Asunción para “pedir los puntos” y pasar a la siguiente ronda. Pretendían seguir jugando con futbolistas que no reunían las condiciones mínimas físicas para continuar y tildaron a su rival de pasar “gracias al escritorio”.

Historias increíbles de hinchas que se perjudican solos y quieren creer -y hacer creer al resto- que fueron despojados ilegalmente de la disputa del partido, aun pese a que el autor material de la vergüenza, Adrián “Panadero” Napolitano, se mostró arrepentido de su cuestionable accionar.