A 30 años de la histórica Batalla del Monumental: Cuando Colo Colo eliminó a Boca Juniors

La histórica noche del paso a la final de la Libertadores, incidentes y el perro Ron.

Guía de: Fútbol Total

La formación titular de Colo Colo en aquella inolvidable noche. Arriba, de izq a der, Carlos Velásquez (paramédico), Jaime Pizarro, Rubén Espinoza, Javier Margas, Miguel Ramírez, Eduardo Vilches, Lizardo Garrido y Daniel Morón. Abajo: Patricio Yáñez, Gabriel Mendoza, Marcelo Barticciotto y Rubén Martínez.

La formación titular de Colo Colo en aquella inolvidable noche. Arriba, de izq a der, Carlos Velásquez (paramédico), Jaime Pizarro, Rubén Espinoza, Javier Margas, Miguel Ramírez, Eduardo Vilches, Lizardo Garrido y Daniel Morón. Abajo: Patricio Yáñez, Gabriel Mendoza, Marcelo Barticciotto y Rubén Martínez.

Lo que puede ser considerada como la verdadera Noche Alba, hace treinta años, el miércoles 22 de mayo de 1991 Colo Colo clasificó a las finales de la Copa Libertadores tras eliminar a Boca Juniors por 3-1 en un pleito que se recuerda porque la cancha del Monumental se transformó en un ring, donde se enfrentaron los futbolistas xeneizes y los reporteros gráficos acreditados –más uno que otro civil infiltrado en ese enredo-.

Con relación al partido, propiamente tal, fue una apuesta de estrategia de Boca para mantener la ventaja que había conseguido en Buenos Aires, seis días antes. Con dos Líneas de Cuatro, le cerró todos los espacios a Colo Colo. Además, apeló a las mañas típicas rioplatenses que les servían para esos cruciales pleitos: apelar al histrionismo para hacer tiempo y marcar al rival al filo del reglamento con el beneplácito del árbitro… más si no había VAR.

Sólo en el segundo tiempo los albos aclararon sus ideas. Lo primero, fue darle mayor libertad a Marcelo Barticciotto en todo el horizonte ofensivo, ya que en el primer tiempo había sido enviado como delantero centro. Esa movida posibilitó que Rubén Martínez asumiera como piloto de ataque, labor a la que no le hacía quite.

También, los colocolinos comenzaron a hacer circular más rápido el balón, descolocando a los argentinos. Además, con el transcurrir de los minutos los trasandinos acusaron falta de resto físico –sobre todo, los de arriba ya que habían presionado en tres cuartos de cancha desde el segundo inicial-, aspecto con que los albos sobrepasaron a sus antagonistas en el complemento.

El primer gol de Colo Colo: tras sacarse los marcajes rivales con dribleos, Marcelo Barticciotto centró desde la derecha para el toque justo, de primera, de Rubén Martínez para desatar la locura en el Monumental

El primer gol de Colo Colo: tras sacarse los marcajes rivales con dribleos, Marcelo Barticciotto centró desde la derecha para el toque justo, de primera, de Rubén Martínez para desatar la locura en el Monumental

Los tres goles chilenos fueron consecuencia de ese juego asociado impuesto por su DT Mirko Jozic, sobre todo incursionando por las puntas. Todo enmarcado en el llamado Esquema de los Tres Rombos, 3-4-3… antecedente del 3-3-1-3 que impuso Marcelo Bielsa en la Selección Chilena tres lustros más tarde. Pero ésa es otra fábula…

Lo de las peleas tras el tercer gol de Colo Colo el tiempo se encargó de transformarlo en una mera anécdota. Sobre todo cuando un perro policial, el pastor alemán llamado “Ron”, le mordió el muslo derecho al portero boquense Carlos Navarro Montoya, quien tuvo el susto de su vida.

Celebrada derrota. Seis días antes, el jueves 16 de mayo en La Bombonera, se habían jugado los primeros 90′ de este enfrentamiento. Fue derrota 1-0 para Colo Colo, resultado que en todo caso no cayó mal en las huestes de Mirko Jozic.

Lo resume lo escrito por la prensa en aquellos días, que exponía que “la actuación del bicampeón chileno en Buenos Aires abriga esperanzas de que en el Monumental alcanzará la diferencia de goles que le permita acceder a la final del trofeo sudamericano”.

Sólo dos minutos después de la apertura, Patricio Yáñez picó, siempre por la derecha, sacó el centro y Marcelo Barticciotto con una espectacular contorsión marcó el segundo gol de la noche.

Sólo dos minutos después de la apertura, Patricio Yáñez picó, siempre por la derecha, sacó el centro y Marcelo Barticciotto con una espectacular contorsión marcó el segundo gol de la noche.

Para el duelo al otro lado de la cordillera, la cabina técnica del Popular varió su esquema de los tres rombos alineando tres stoppers (Margas, Peralta y Ramírez) para cuidar con marca personal los intentos de ataque de Graciani, Latorre y Batistuta. Sin embargo, y tal como le ocurrió en la mayoría de sus partidos en la Copa, los primeros minutos de Colo Colo fueron de ajustes en la cancha lo que le daba ventaja al rival para intentar marcar la diferencia.

Los boquenses lo alcanzaron sólo con el penal que marcó Alfredo Graciani, tras una falta de Miguel Ramírez sobre Gabriel Batistuta que estaba viciada ya que el futuro atacante de la Fiorentina estaba en posición adelantada.

Como sea, y cuando los bocadictos esperaban una goleada, Colo Colo mostró lo mejor de su repertorio. Un cabezazo de Miguel Ramírez salió apenas desviado, lo mismo que una incursión por la derecha de Patricio Yáñez que hizo recordar su pique legendario en Asunción, 10 años antes. En resumen, fue un partido parejo que dejó al potencial clasificado a la final sin pronóstico claro.

Otra vez Patricio Yáñez en la asistencia tras recibir de Jaime Pizarro, aguantó la marca rival y envió al vacío para la aparición de Rubén Martínez, quien la picó elegantemente para establecer el definitivo 3-1.

Otra vez Patricio Yáñez en la asistencia tras recibir de Rubén Martínez, aguantó la marca rival y envió al vacío para la aparición del goleador quien buscó la triangulación. Martínez la picó elegantemente para establecer el definitivo 3-1.

Los incidentes. 

Tras el tercer gol de Colo Colo, con la fina definición de Rubén Martínez, se desató la Batalla del Monumental que se extendió por 14 minutos. Sobre todo, entre los reporteros gráficos acreditados y los jugadores de Boca.

Eso sí, el comienzo del enredo es confuso. Los argentinos señalaron que hubo provocaciones de gente que estaba alrededor del campo, mezclados entre pasadores de pelotas y prensa acreditada. Ya tras el segundo tanto, el de Barticciotto, hubo invasión de cancha lo que demoró el reinicio del encuentro. Pero tras la tercera anotación, el de Martínez, se desató el caos.

Los chilenos, a su vez, denunciaron que el incidente lo comenzó el boquense Antonio Apud quien, en medio de la celebración de los albos con Barti, se acercó al foso y botó una cámara de la transmisión oficial a la vez que insultaba a un encargado del canal que transmitía. Esto motivó el accionar del preparador físico colocolino, Marcelo Oyarzún, quien le propinó un golpe al trasandino para defender al agredido.

Sea como fuere, la postal principal de ese pandemónium fue el combate entre los futbolistas argentinos y los fotógrafos, quienes lograron defenderse con sus cámaras utilizándolas, literalmente, como boleadoras, otros no lo pasaron muy bien. Por ejemplo, Marcelo Agost, del diario La Nación, fue uno a los que los boquenses intentaron reducirlo a golpes. Rodrigo Arangua, del diario La Época, cuando estaba intentando reintegrarse tras resbalar en el césped recibió un alevoso puntapié en su rostro del reserva xeneize Enrique Hrabina, perdiendo el reportero uno de sus ojos. Y el técnico Oscar Tabárez se enfrascó en una pelea particular con un profesional del diario La Cuarta, a quien le arrebató su cámara tras ser herido en la mejilla derecha.

Entre medio, los bosteros también le dieron empellones a los carabineros que intentaban calmar la situación. En ese marco, el que más repartió fue Blas Giunta, quien tras ser expulsado se dirigió a su banca mostrándole el dedo medio de su mano derecha al público de la tribuna. Su accionar le costó una visita a los Tribunales al día siguiente lo que se resolvió tras el pago de la correspondiente fianza para poder retornar a Buenos Aires.

Con todo el embrollo, el nacimiento de una figura: el perro Ron. El mordisco que le dio al pantalón del portero Carlos Navarro Montoya dio la vuelta al mundo. Tanto impacto produjo esa escena –que se vio en directo durante la transmisión del partido- que permitió, era que no y antes del surgimiento de los memes, al chileno apelar a su ingenio. Mientras un diario mostraba un dibujo con el perro levantado en andas por la hinchada colocolina, bajo el título de La Figura del Partido, el diario La Cuarta –fiel a su ingenioso estilo de aquellos años- tituló “Perro mordió a Navarro Montoya”, escribiendo en el epígrafe “Se teme por la vida del pobre can”.

No, no están jugando al “Corre Que Te Pillo”. La postal de lo que fue esa noche del 22 de mayo de 1991, los jugadores de Boca Juniors persiguiendo a todo aquel que llevara una cámara.

No, no están jugando al “Corre Que Te Pillo”. La postal de lo que fue esa noche del 22 de mayo de 1991, los jugadores de Boca Juniors persiguiendo a todo aquel que llevara una cámara.

Minucias. Consumada la victoria, y por ende la clasificación a la definición de la Libertadores, Colo Colo anotó su segunda final en el máximo certamen sudamericano de clubes tras lo anotado en 1973 cuando cayó ante Independiente de Avellaneda. Boca Juniors, a su vez, apuntaba a su quinta opción de disputar la Copa, tras adjudicársela en 1977 y 1978; y haber caído en 1963 y 1979.

* Hasta antes de aquella victoria alba ningún equipo chileno había logrado desbancar en una llave eliminatoria a un elenco argentino: En 1967, en Semifinales Colo Colo no pudo ante Racing Club (0-2 y 1-3) y River Plate (1-0 y 1-1); dos años después, en la misma instancia, Universidad Católica cayó ante Estudiantes de La Plata (1-3 y 1-3); en 1971, Unión Española tampoco pudo en Semifinales con los Pincharratas (0-1 y 1-3); en 1973, Colo Colo no se impuso en la mencionada final con Independiente (1-1, 0-0 y 1-2); ese mismo rival también superó a Unión Española en 1975, también en la final (1-0, 1-3 y 0-2); finalmente, otra vez Independiente eliminó en Semifinales a Universidad Católica en 1984 (0-0 y 1-2).

* Hasta antes de aquel enfrentamiento con Colo Colo, Boca Juniors sólo había enfrentado a un equipo chileno en la Libertadores: en 1963 se midió con Universidad de Chile en la Primera Fase, venciendo 1-0 en Buenos Aires y 3-2 en Santiago.

* Siempre hasta antes del 22 de mayo de 1991, ante equipos argentinos, Colo Colo como local lucía el siguiente registro: tres victorias, un empate y tres derrotas. A saber: en 1967 por Semifinales, Colo Colo vs. River Plate 1-0 y Colo Colo vs. Racing Club 0-2; en 1973, por la final, Colo Colo vs. Independiente 0-0; en 1974, por Primera Fase, Colo Colo vs. Huracán 1-2 y Colo Colo vs. Rosario Central 1-3; y en 1983, también por Prumera Fase, Colo Colo vs. F.C. Oeste 1-0 y Colo Colo vs. Estudiantes de La Plata 1-0.

* Colo Colo había accedido a las Semifinales de 1991 tras adjudicarse el Grupo 2 con tres victorias (Colo Colo vs. Barcelona 3-1, Colo Colo vs. Deportes Concepción 2-0 y Colo Colo vs. LDU 3-0) y tres empates (Deportes Concepción vs. Colo Colo 0-0, Barcelona vs. Colo Colo 2-2 y LDU vs. Colo Colo 0-0). En Octavos de Final eliminó a Universitario de Lima (0-0 y 2-1). Y en Cuartos, a Nacional de Montevideo (4-0 y 0-2).

* Por su parte, Boca Juniors había alcanzado el segundo lugar en el Grupo 1, con dos triunfos (Boca Juniors vs. River Plate 4-3 y River Plate vs. Boca Juniors 0-2), dos empates (Boca Juniors vs. Bolívar 0-0 y Boca Juniors vs. Oriente Petrolero 0-0) y dos derrotas (Bolívar vs. Boca Juniors 2-0 y Oriente Petrolero vs. Boca Juniors 1-0). En Octavos de Final desbancó a Corinthians de Sao Paulo (3-1 y 1-1). Y en Cuartos, a Flamengo de Río (1-2 y 3-0).

Si se busca una figura en aquella histórica noche, la gente ungió con tal honor al pastor alemán Ron tras morder el pantalón del portero Carlos Navarro Montoya. Faltó poco para que la hinchada colocolina lo sacara en andas y le levantara un monumento…

Si se busca una figura en aquella histórica noche, la gente ungió con tal honor al pastor alemán Ron tras morder el pantalón del portero Carlos Navarro Montoya. Faltó poco para que la hinchada colocolina lo sacara en andas y le levantara un monumento…

COLO COLO 3-1 BOCA JUNIORS

COLO COLO (3-4-3): Daniel Morón; Javier Margas, Lizardo Garrido, Miguel Ramírez; Gabriel Mendoza, Eduardo Vilches, Jaime Pizarro, Rubén Espinoza (+96’ Juan Carlos Peralta); Patricio Yáñez, Marcelo Barticciotto y Rubén Martínez. DT: Mirko Jozic

BOCA JUNIORS (4-4-2): Carlos Navarro Montoya; Luis Abramovich (57’ Antonio Apud), Juan Simón, Víctor Marchesini, Carlos Moya; Blas Giunta, Diego Soñora, Walter Pico (73’ Carlos Daniel Tapia), Diego Latorre; Alfredo Graciani y Gabriel Batistuta. DT: Oscar Washington Tabárez

Goles: 1-0, 64’ Rubén Martínez (CC); 2-0, 66’ Marcelo Barticciotto (CC); 2-1, 75’ Diego Latorre (BJ); 3-1, 82′ Rubén Martínez (CC)

Árbitro: Renato Marsiglia (Brasil)

Expulsados: +96’ Patricio Yáñez (CC) y Blas Giunta (BJ)

Estadio: Monumental David Arellano

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