Claves para entender el conflicto en Siria
- Raimundo Gregoire, ex Guía Internacional
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Bashar Al Assad: Nacido en Damasco, el 11 de septiembre de 1965, y casado con Asma Al Assad, este oftalmólogo –perteneciente al Baaz, principal partido político del país (nacionalista y de tendencia socialista)- debió asumir el control de Siria luego que en 1994 muriese su hermano mayor y, posteriormente, en 2000 falleciera Hafez Al Assad, su padre. A partir de entonces, y mediante una inédita ascensión dinástica, se convertiría en el presidente de la República Árabe de Siria. Comenzó su mandato dando esperanzas que el brazo de fierro de su padre pudiese quedar en el pasado. Lamentablemente, aquello no ocurrió y el tímido reformista se convirtió en un dictador, especialmente luego que el alzamiento de su pueblo fuese reprimido con gran violencia.
Medio Oriente: Siria está ubicada en pleno corazón de Medio Oriente y tiene un rol fundamental en la estabilidad de la región. En el pasado tuvo serios problemas con Jordania y el Líbano. También, pero en menor medida, con Egipto. Hasta el día de hoy mantiene un conflicto con Israel, no sólo por la cuestión palestina, sino que por la anexión de los Altos del Golán por parte de Israel tras la guerra de 1967. El laicismo fomentado por Bashar Al Assad ha permitido que el país tenga estabilidad social y, por lo mismo, existe un gran temor respecto a lo que podría suceder en Siria y Medio Oriente en caso que caiga Al Assad, que, con sus pros y contras, permite tener un cierto equilibrio en la región.
Influencia en la zona circundante: Siria no sólo es un importante elemento de Medio Oriente, sino que también tiene un activo rol en otros asuntos. Por ejemplo, tiene mucha influencia en el Mediterráneo y, particularmente, en el proceso de integración mediterránea. También, tiene mucho que decir respecto a la cuestión kurda y, por último, está envuelto, directa o indirectamente, en la política de Armenia, Turquía e Irak.
Componente religioso: Si bien existe una mayoría musulmana, existe una importante minoría cristiana, la cual cuenta con igualdad de derechos. Esto último, pues la Constitución siria define al estado como “laico”, además de socialista. La mayoría de los musulmanes del país pertenecen a la rama sunita del Islam, pero la familia Al Assad es parte de la comunidad alauí.
Oposición siria: Este bloque, absolutamente dividido, agrupa a todos los opositores al gobierno de Bashar Al Assad. Al no lograr cohesión y una organización bien estructurada, no ha sido reconocida por la comunidad internacional, aunque algunos de sus líderes han sido recibidos por gobiernos occidentales. Dentro de la oposición destacan el Ejército Libre Sirio, el Consejo Nacional Sirio y el Comité Nacional de Coordinación para el Cambio. Dentro de la oposición siria hay laicos, islamistas de diversa índole y kurdos, entre otros.
Los aliados de Siria: Al momento de analizar los “socios” o “amigos” de Siria, no queda duda que ahí destacan China, Rusia e Irán. Estos tres países no sólo mantienen importantes nexos económicos y energéticos con Siria, sino que también se enmarcan dentro de una política que, con distintos matices, busca frenar el poderío occidental. Junto a estas naciones, Hizbullah (que para muchos es un grupo terrorista o, como mínimo, una guerrilla, pero que para otros es un movimiento de lucha contra Israel) tiene importantes nexos de apoyo con el gobierno sirio.
Los rivales de Siria: La lista es encabezada por Estados Unidos, que tiene al régimen sirio dentro de su denominado “Eje del mal”. Israel también es un gran contrincante de Siria, debido al conflicto palestino (Siria siempre ha apoyado la causa palestina) y a la ocupación israelí de los Altos del Golán. La Unión Europea (UE) tiene una postura más tibia respecto a Siria, pero, finalmente, la UE es contraria a las políticas sirias. El problema para Estados Unidos, Israel y la UE es que el gobierno de Al Assad impide la llegada al poder de islamistas radicales, así que para ellos tampoco es una buena noticia que se produzca un gran caos en Siria. De ahí que la presión internacional (de las potencias occidentales) vaya en dirección de una intervención, para así resguardar sus intereses y evitar la irrupción de grupos políticos contrarios a occidente e Israel.
Las relaciones en Medio Oriente: Los países árabes han tenido históricas diferencias y eso es algo que se mantiene. Así como el Egipto de la era Mubarak y Jordania han sido aliados occidentales, Siria ha generado redes de apoyo con Irán y Hizbullah. Líbano parece vivir su propia realidad paralela, pues tiene problemas con Siria, pero también con Israel, sus dos vecinos. Algo de gran relevancia es el rol que juega Turquía, que cada vez tiene mayor influencia en Medio Oriente y el Magreb. Hasta el momento, el gobierno turco ha expresado su rechazo por las medidas de represión llevadas a cabo por el régimen sirio, pero ha intentado buscar una solución diferente a una posible invasión extranjera. En la medida que Irán y Turquía mantengan buenas relaciones en este asunto, el equilibrio de la zona no estará asegurado, pero sí habrá un menor riesgo de un descalabro.
El rol de la Liga Árabe: Con el paso del tiempo, la Liga Árabe ha tenido un rol cada vez más definido y relevante. Así es que el principal organismo panárabe acaba de anunciar fuertes medidas en el ámbito diplomático. A pesar de esto, la misión de observadores de la Liga Árabe ha estado llena de polémica, pues en algún momento se le acusó de ser un protector del gobierno de Bashar Al Assad.
Al Qaeda: Hasta el momento no se había tenido una gran influencia de este grupo terrorista, pero en los últimos días la situación cambió. Esto último, ante el apoyo que Al Qaeda ha dado a los rebeldes sirios, aunque pidiéndoles que no les den espacio a los occidentales.
El petróleo: A pesar de no ser un gran exportador de petróleo, este elemento es una de las fuentes principales del Producto Interno Bruto (PIB) del país, con cerca del 30% del total. A nivel mundial, Siria representa el 0.26% de las reservas de petróleo (0.46% de la OPEP) y el 1.75% de la producción de crudo (1.96% de la OPEP). En pocas palabras, un embargo no tendría grandes efectos en la producción mundial, pero sí para el país y, algo muy importante, para la estabilidad del precio del barril de petróleo.
El doble estándar: Una de las principales consecuencias que ha dejado el conflicto sirio es la ambigüedad de muchos países. Por ejemplo, la Unión Europea y Estados Unidos mantienen silencio respecto a las evidentes violaciones a los Derechos Humanos y a la represión que ocurre en Bahrein, un gobierno aliado de Arabia Saudita, Estados Unidos y la Unión Europea en su lucha contra las fuerzas chiítas de la zona.
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