“Cuando se volvió para irse, una mano fría lo cogió por el hombro como una garra de acero. Jim giró en redondo y vio a un hombre de su altura, pero ahí terminaba todo parecido con él. Un gran agujero del tamaño de una pelota de tenis en la mejilla izquierda dejaba al descubierto unos dientes amarillentos que chasquearon en su dirección como los de un perro callejero listo para morder (…) Tenía los ojos recubiertos por una película lechosa, y de él emanaba el olor pútrido de un cadáver que hubiera yacido demasiado tiempo bajo el sol ardiente”.

Bienvenidos al mundo de “El reino de los zombis” (La Factoría de Ideas-Océano), de Len Barnhart, quien está dejando atrás su faceta como músico para reinventarse como escritor. Este es el primer título de una serie cuya segunda entrega, “El final del desastre”, ya está disponible en España. Y que concluirá con “Outbreak”, la precuela de “El reino de los zombis”.

Los zombies, como buenos muertos vivientes, no se complican con las modas. Básicamente porque siempre están vigentes, ya sea en cine, televisión o libros. Así lo demuestra una serie como “The walking dead” o la próxima adaptación cinematográfica de “World War Z”, la aclamada novela de zombies escrita por Max Brooks.

Como suele ocurrir con este tipo de libros, la historia de “El reino de los zombis” se construye no sobre un protagonista específico, sino en torno a un grupo heterogéneo, expuesto al horror de un mundo en ruinas, pero poblado por cadáveres hambrientos.

Así es como conocemos a Jim, quien “se salva” del apocalipsis zombie por estar durante tres semanas aislado en una cabaña en medio de las montañas. Y que al bajar de ellas, descubre lo que ha ocurrido. También está Mick, un ex bombero que intenta imponer algo de orden en medio del caos, para salvar las pocas vidas que pueda encontrar.

A ellos se suman Amanda, quien mató a su marido cuando se convirtió en zombie; Felicia, una extraña chica que parece tener la capacidad de ver el futuro; Chuck, el clásico policía “buena onda”; y Sharon, una doctora que intentaba encontrar una cura para la “enfermedad”.

Pero el mayor peligro no vendrá siempre de estas criaturas sedientas de carne. Grupos de humanos no infectados también se convertirán en una amenaza para los pocos sobrevivientes que encuentren refugio en una antigua cárcel. En “El reino de los zombis” la muerte se ha apoderado del mundo y los sobrevivientes se preguntan si vale la pena sobrevivir en un mundo así.