“La Venganza de la Reina”: Los piratas de Kalomaar vuelven a conquistar

La reciente entrega de la saga Leyendas de Kalomaar conquista nuevamente con un mundo que parece ser una inacabable fuente de magia y aventura.

El mundo de Kalomaar, creado por Alberto Rojas, sigue creciendo. Y de hecho cuenta con muy buena salud. Madura, pero no envejece. No se hace previsible y sigue siendo fresco.

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“La Venganza de la Reina” es la continuación de “El Medallón del Sol Negro”, publicado en 2014.

Es la primera reflexión que viene a mi mente al pensar en la última entrega de las Leyendas de Kalomaar: “La Venganza de la Reina” (B De Blok / $ 13.900), en la que Rojas nuevamente nos lleva a las aguas de ese fantástico mundo repleto de piratas y peligros, para vivir una nueva aventura junto con la pirata Tramey y su tripulación.

“La Venganza de la Reina” —en el que la protagonista debe enfrentar un sorpresivo y arriesgado reto en un país de leyenda para salvar a un amigo— cumple con mantener lo bueno que tenía su libro antecesor, “El Medallón del Sol Negro”. Entretenido, rápido y directo de leer, con personajes fácilmente queribles y un mundo con muchas posibilidades de desarrollarse en tiempo y en páginas.

Este libro, afortunadamente, no se queda ahí y, de hecho, mejora lo entregado antes.

Primero, está el escenario. Las aguas, los parajes, las ciudades de Kalomaar ya eran un factor muy importante antes pero, a mi parecer, ahora son un personaje más. Quizás el más importante del libro. La base de la Hermandad del Viento, el Reino de Kardab y otros lugares no hacen más que estimular la sed de aventuras del lector. Algo similar ocurre con la magia y los personajes misteriosos que aparecen de forma recurrente en este título, poniendo esa chispa de fantasía que todos buscamos cuando nos metemos en un libro de este tipo.

Más importante aún, el desarrollo de los personajes de “La Venganza de la Reina” es muy superior al anterior. Ahora podemos conocerlos mejor, entender sus sentimientos y sus historias. Aparecen los conflictos y los miedos. Esta vez el autor, de forma sencilla pero certera, nos muestra más sobre la relación de Tramey con su padre, y sobre los profundos lazos de la misma capitana con su tripulación.

Además, hay personajes nuevos que son los que, realmente, le otorgan novedad a este trabajo. La malvada reina Tardish es una antagonista brillante. Carismática, atractiva, poderosa y con un buen toque de locura. De esos malvados que atrapan. Y a su alrededor, hay personajes igualmente cautivantes. Un acierto sobre el que muchos querríamos leer más.

Si bien creo que el estilo del autor es impecable —de hecho mejora con el paso de los libros— me pareció que en “La Venganza de la Reina” hay, por momentos, un exceso de diálogo. Me refiero a escenas con demasiada conversación, que hubiesen resultado mejor narradas, o recordadas por la memoria de algún personaje. Asimismo, hay intervenciones innecesarias de personajes, cuando en algunos momentos ―aun cuando se trate de un libro― lo mejor era el silencio.

Nada de esto empaña, de todas formas, el soplo de aire —o en este caso de brisa marina— que representa este libro. Sobre todo en momentos en que la fantasía parece, muchas veces, conformarse con ser oscura, pesadillesca. “Adulta”, dicen algunos erróneamente. En este contexto, la luz, la magia y el mar que da “La Venganza de la Reina”, se agradecen.

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