Alfarería original: oficio tradicional en la VI Región

Para la confección de una vasija cerámica, se utiliza como materia prima la greda, que es extraída de minas ubicadas en cerros próximos a los lugares de vivienda.
Alfareria

Foto: El Mercurio

A través de la alfarería han sobrevivido ancestrales tradiciones indígenas.

De acuerdo a investigaciones realizadas hasta hoy, las prácticas alfareras se inician en lo que ahora es la VI región de Chile en el Período Alfarero Temprano (300 D.C. aprox.), continuando hasta nuestros días, como supervivencia de ancestrales tradiciones de raíz indígena.

Para la confección de una vasija cerámica, se utiliza como materia prima la greda, que es extraída de minas ubicadas en cerros próximos a los lugares de vivienda, de manera similar a como se realizaba en el período indígena.

Se escogen de preferencia aquellas arcillas que por su plasticidad no necesitan aditivos. Ejemplo de esto se aprecia actualmente en las localidades de Ciruelos (comuna de Pichilemu), Pueblo de Indios (comuna de San Vicente de Tagua Tagua) y Lima (comuna de Chépica).

La fabricación de una vasija cerámica comienza en el momento en que se deja «podrir la greda», esto es, se remojan en agua trozos de greda ligados naturalmente, hasta que se hidraten y ablanden, por un período de tres a cuatro días.

Luego de esta etapa, el material resultante se amasa con los pies o las manos quedando así en condiciones de ser modelado. Para esto se utilizan como herramientas un pedazo de calabaza mate, un trozo de cuero o cordobán, piedras de río pequeñas y paletas de madera.

Una vez confeccionada la vasija se deja «orear» para luego darle el acabado de superficie, que puede ser un pulido o bruñido dependiendo del tipo de vasija. Posteriormente se cuece con desechos animales en un horno semiexcavado en el sector exterior de la vivienda.

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Foto: El Mercurio

Las formas que se les da a las piezas de alfarería están relacionadas con el uso que tendrán.

Estas prácticas se mantienen actualmente en los mismos términos que consignan los cronistas y viajeros.

Las formas de las piezas en cerámica concuerdan con el uso que se les da, de tal manera que las grandes vasijas se asocian fundamentalmente con almacenamiento de granos y bebidas alcohólicas. Las vasijas medianas sirven de recipiente para líquidos (algunas de estas vasijas se complementan con filtros de piedra para agua) y también para tostar granos (callanas) y cocer alimentos. Las formas pequeñas se asocian a escudillas, platos, pipas, adornos, etc.

Este oficio de gran importancia, tal vez el más difundido en Chile y cuyo producto fue exportado en el pasado a Perú y España, fue conocido por el nombre de «búcaros» de la América Meridional.

Se ha trasmitido por generaciones y se ha mantenido vigente y sin grandes alteraciones en su técnica. En mi artículo sobre la cerámica grés se puede ver la evolución de la técnica contemporánea. La alfarería original está en vías de desaparecer especialmente por el desinterés de las generaciones jóvenes hacia esta actividad que requiere un gran esfuerzo y dedicación y tiene una compensación económica muy precaria.

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