• Maggie Sierralta, ex Guía de Manualidades y Artesanía
• |
• Ver más de manualidades-y-artesania

En poco tiempo me he topado con dos mujeres que hacen de las miniaturas un arte. En mi artículo pasado les mostré trabajos que rememoran decoraciones contemporáneas. Mi entrevistada de hoy va hacia el pasado y recrea escenas que nos traen nostalgia de los ambientes de antes.

Foto: Anynha

Ana Dalgiza tiene 50 años, es casada y tiene cuatro hijos. Es descendiente de austriacos y Vive en Curitiba, Brasil. Desde la infancia le dijeron “Anynha” que es el diminutivo de Ana, y decidió utilizar este nombre en su empresa y su representación en el mundo digital. Como muchas personas lo que comenzó como un hobby encantó a la gente y decidió venderlos, sintiéndose una persona completa y satisfecha ante cualquier reconocimiento de su arte y la pasión de su vida.

Foto: Anynha

Fabrica miniaturas hace más de una década, todas de su propia creación lo que las hace únicas; cuando un cliente recibe su pedido recibe también el Certificado de exclusividad que le da la seguridad de que lo que recibe es un producto desarrollado y único en su género.

Foto: Anynha

Las miniaturas son su verdadera pasión, que es considerada por los coleccionistas como un arte. Para fabricar una miniatura hay que ser un artista, y las posibilidades son infinitas, no hay límites para lo que se puede lograr, sólo hay que usar la imaginación, ser creativo y detallista.

Foto: Anynha

Anynha está especializada en escala 1:12, que es la más extendida en todo el mundo. Esta es la escala que los británicos comenzaron. Ella se ha guiado estrictamente por esa escala para que su trabajo sea muy bien proporcionado.  Sin lugar a dudas cuando contemplamos un pequeñísimo sillón Luis LV hecho en proporción perfecta nos llenamos de asombro.

Foto: Anynha

Su mayor interés son los trabajos antiguos desde el inicio de la miniatura hasta 1930.  Es tan apasionante para ella que aún no siente interés en desarrollar temas y productos actuales, quizás en un futuro.

Foto: Anynha

Lo que la mueve es la admiración que le demuestran sus clientes hacia su arte, lo que la hace aprender más y mejorar sus miniaturas.