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La historia del perro Brutus es muestra de que en el mundo todavía queda gente buena, gente que no escatima en esfuerzos para ayudar a otras personas o, como en este caso, a animales desvalidos.

Todo comienza cuando siendo cachorro, Brutus fue dejado a la intemperie bajo temperaturas gélidas, lo que le afectó a tal punto que hizo que sus cuatro extremidades se congelaran.

Para peor, los dueños que tenía entonces este Rottweiler dañaron más el futuro de este perrito cuando intentaron amputarle ellos mismos las patas al animal, estropeando el proceso y dejando a Brutus casi sin poder caminar.

Sin embargo, todo no podía ser tan malo, pues Brutus fue dado en adopción y terminó en las manos de Laura Aquilina, quien debido a no poder costear una cirugía del animal, apeló a la página GoFundMe, donde logró reunir más de 6 millones de pesos (unos 10 mil dólares).

Así, con la plata para la operación, finalmente Brutus recibió el tratamiento quirúrgico que necesitaba

“El doctor Gall quitó fragmentos de huesos de las maltrechas patas de Brutus, sus espolones (aquellas últimas garras en los perros que no alcanzan a tocar el suelo) y dos dedos de su pata trasera para prepararlo para las prótesis”, explicó Aquilina.

Finalmente, Brutus recibió las prótesis, cuatro nuevas patas que literalmente volvieron a la vida a este perro. Hoy el animal está siendo entrenado para poder adaptarse a las nuevas extremidades y posteriormente aprenderá nuevas funciones para así poder moverse sin límites.