John Fitzgerald Kennedy (1917-1963), considerado uno de los presidentes más populares, queridos y carismáticos en la historia de los Estados Unidos, cultivó en vida una imagen de hombre de familia y marido ejemplar, aunque ello no le impidió mantener algunas relaciones extramatrimoniales con algunas becarias de su gabinete y otras mujeres, como la hermosa y célebre actriz Marilyn Monroe, quien por entonces era el mayor símbolo sexual de Hollywood gracias a películas como “Los Caballeros las prefieren rubias” y “La comezón del séptimo año”, cinta en la que la sensual rubia inmortalizó la famosa escena de su vestido levantado por el aire del Metro de Nueva York.

El sábado 19 de mayo de 1962 se celebró en el emblemático teatro Madison Square Garden de Nueva York una concurrida fiesta de celebración organizada por el Partido Demócrata para celebrar el 45º cumpleaños (29 de mayo) del Presidente John Kennedy.

El evento, que se organizó para recaudar fondos, reunió a unas 15 mil personas -incluyendo a lo más granado del jet set neoyorkino- que cancelaron por sus respectivas entradas una suma que iba desde los 100 a los 1000 dólares. La Primera Dama y esposa del mandatario, Jacqueline Bouvier Kennedy, quien sabía que Marilyn iba a acudir al acto, no acompañó a su marido, presumiblemente porque sabía que éste mantenía relaciones con la actriz.

Marilyn, de acuerdo a algunos de sus biógrafos, mantenía una relación extramatrimonial con el Presidente John Kennedy desde hacía unos tres meses, luego que se conocieran y hablaran en una cena privada organizada por una hermana del mandatario, Patricia Kennedy, y su esposo, el actor británico Peter Lawford. Kennedy habría quedado prendado de la platinada actriz y la invitó a un viaje al que iba a ir sin su esposa. En ese momento habría comenzado el idilio.

Durante la fiesta de cumpleaños del presidente Kennedy celebrada en el Madison Square Garden, Marilyn Monroe, tras escaparse sin permiso del rodaje de la película “Something’s Got to Give”, llegó enfundada en un primoroso abrigo blanco que cubría parcialmente un icónico y ajustado vestido, diseñado por Jean Louis Berthault, confeccionado en gasa de seda color beige y adornado con dos mil quinientas incrustaciones de cristal cosidas a mano, lo que hacía parecer que iba prácticamente desnuda. Por ello, el vestido sería llamado una “ilusión de desnudez” por los periodistas.

El vestido, al parecer, era tan ceñido que para cerrarlo por detrás se lo tuvieron que coser a Marilyn una vez enfundado, por lo cual empezó a desgarrarse durante la velada. Por lo demás, la actriz prefirió ponérselo sin ropa interior, por lo que, a la vista del público, aumentaba la impresión de que no llevaba nada encima.

Tras ser presentada por el actor Peter Lawford, Marilyn se subió al escenario para cantarle al mandatario -con un sensual sonsonete que erizó los vellos del público masculino del lugar- el mítico “Happy Birthday, Mr. President” (“Feliz Cumpleaños, señor Presidente”), canción que la actriz había ensayado durante varias veces ese día. Los presentes no sospechaban que ese instante sería histórico, quedando inmortalizado como uno de los momentos más icónicos de la historia de Estados Unidos en el siglo XX.

Tras impresionar a la audiencia con su performance y bajar del escenario, Marilyn se sentó junto a otras celebridades y durante el resto de la noche la velada transcurrió sin novedades. Horas más tarde, en la celebración del círculo íntimo del Presidente, la rubia actriz se encontró cara a cara con el mandatario.

Marilyn Monroe junto al presidente John Kennedy, tras cantarle el famoso “Happy Birthday, Mr. President”.

Se cuenta que, en aquella ocasión, la actriz deslumbró totalmente al hermano menor del presidente, el Fiscal General Robert Francis Kennedy, quien, en las semanas posteriores, aprovechando que el mandatario no estaba demasiado interesado en seguir adelante con el romance con Marilyn, comenzó a cortejar a la rubia.

La leyenda afirma que Marilyn Monroe, tras ser desdeñada por el Presidente, comenzaría un nuevo y secreto idilio con Robert Kennedy, aunque éste le dejó más que claro a la actriz que lo suyo era un romance pasajero, pues debido a su cargo y posición política no podía darse el lujo de romper su matrimonio. Marilyn, por entonces, no gozaba de buena salud y consumía barbitúricos por prescripción médica.

Marilyn Monroe y Robert Kennedy.

La vida de Marilyn Monroe, quien por entonces tenía 36 años, terminaría pocos meses después de cantar el famoso “Happy Birthday, Mr. President”. El 4 de agosto de 1962 falleció a causa de una sobredosis de barbitúricos, en circunstancias nunca esclarecidas. La primera hipótesis que barajaría la justicia estadounidense fue la del suicidio, aunque esta nunca pudo ser corroborada. El presidente John Kennedy, el otro protagonista de esta historia, también moriría prematuramente al año siguiente -el 22 de noviembre de 1963-, tras ser baleado por uno o varios francotiradores en las calles de Dallas (Texas).

Video: Marilyn Monroe cantando “Happy Birthday, Mr. President” al Presidente John Kennedy en el Madison Square Garden de Nueva York: