El poster de Farrah Fawcett con traje de baño rojo: ¿Por qué es el más vendido de la historia?
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- Héctor Fuentes
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En una escena de la famosa película de 1977 “Fiebre de Sábado por la noche”, su protagonista, el joven ítalo-americano Tony Manero, aparecía acicalándose en su habitación frente a un espejo antes de ir a la discoteca 2001 Odissey, donde era el rey absoluto de la pista de baile. A su alrededor aparecían varios pósters pegados en los muros, que mostraban a destacados íconos de la década de los 70′ (Rocky Balboa, Bruce Lee y Al Pacino en la película “Sérpico”), incluyendo también una imagen en traje de baño rojo de la rubia actriz norteamericana Farrah Fawcett, en un icónico poster que se colocaría de manera prominente en millones de paredes de dormitorios en los Estados Unidos y en todo el mundo y que, con el correr del tiempo, se convertiría en el cartel más vendido de todos los tiempos.
La historia de este emblemático póster, que ensalzaba la belleza sana y el atractivo sexual de Farrah Fawcett, se remite a 1976, el mismo año en que esta actriz comenzaría a hacerse conocida mundialmente tras protagonizar la serie televisiva “Los Ángeles de Charlie”.
En 1976, Ted Trikilis, de la empresa de fabricación de carteles Pro Arts Inc., no conocía demasiado a la actriz, pero cuando el hijo de un vecino le sugirió crear un cartel con la emergente estrella -ya que a los hombres de su dormitorio les gustaba tanto que estaban comprando revistas para mujeres, sólo porque Fawcett aparecía en los anuncios de shampoo-, Trikilis se dio cuenta de que Fawcett podría ser una gran oportunidad para su empresa. De ese modo, Pro Arts pronto se acercó a ella para que apareciera en uno de sus pósters.
Cuando su agente le contó la idea, Farrah Fawcett accedió a protagonizar una sesión de fotos, mientras sentía que la idea de protagonizar un póster era “linda”. “La razón por la que decidí hacer un póster fue, bueno, si no firmas un trato para hacer uno, alguien lo hace de todos modos y luego no obtienes nada”, declaró la rubia actriz en 1977.
Tras firmar el contrato con Pro Arts Inc., Farrah Fawcett ejerció un control total sobre sus fotos. Fue ella, de hecho, quien sugirió contratar al fotógrafo independiente Bruce McBroom para que tomara las imágenes. Y si bien Pro Arts quería que Fawcett usara un bikini, ella optó por usar un traje de baño de una pieza, en parte porque esa prenda le permitiría ocultar una cicatriz en su estómago que databa de su infancia.
La sesión de fotos para el póster de Fawcett tuvo lugar en su casa de Los Ángeles, que la actriz compartía por entonces con su esposo, el actor Lee Majors (famoso en nuestro país por protagonizar la serie “El Hombre Nuclear”), en un caluroso día de verano de 1976. No había estilistas, por lo que Fawcett se peinó y maquilló ella misma. Los diferentes trajes de baño que se puso eran de su armario, no proporcionados por diseñadores. Y en lugar de seguir las instrucciones que le habían dado para crear imágenes “sexys”, ella decidió: “Lo haré de la manera que quiera”.
Aunque Fawcett se vio bella y fotogénica durante toda la sesión de fotos, a medida que pasaban las horas Bruce McBroom sentía que aún no había tomado la foto correcta, por lo que le dijo a la actriz: “Tú sabes cómo te ves mejor. ¿Hay algo más que tengas que no hayamos filmado?”. Cuando ella regresó con un traje de baño rojo ajustado, McBroom la vio y pensó que el atuendo era perfecto. En ese momento recordó que tenía una manta de México en su camioneta, que sería un telón de fondo ideal. Así, tras instalar la manta a las espaldas de la actriz, le pidió a Fawcett que se pusiera cómoda y comenzó a fotografiarla con su último rollo de película en color. De ese modo, tomaría una de las imágenes más famosas de la historia.
El trato que Fawcett había hecho con Pro Arts le permitió seleccionar las fotos para ser consideradas para el póster. Después de revisar las fotos de McBroom, ella marcó su imagen favorita con una estrella. En esta foto, la blonda actriz aparecía con una perfecta sonrisa brillante que mostraba una impecable dentadura que brillaba en su rostro bronceado, rodeado por su cabello dorado despeinado. Y si bien su traje de baño rojo no era demasiado revelador en su pose sentada, sus pezones estaban claramente delineados por la tela roja de la prenda de vestir.
Farrah Fawcett destacó esa imagen junto con algunas otras fotos que le gustaron, por lo que el equipo de Pro Arts pudo decidir qué toma usar. Al final, la empresa de carteles decidió imprimir la foto que había elegido Fawcett, lo que se revelaría como una elección totalmente acertada, pues el póster fue un éxito instantáneo cuando salió a la venta en 1976. En marzo de 1977, ya se habían vendido cinco millones de copias. Los fanáticos devotos del cartel, al parecer, estaban convencidos de que podían vislumbrar la palabra “sexo” deletreada en las ondas del cabello rubio de Fawcett, quien ganaría unos 400 mil dólares de la época por concepto de regalías por haber posado para la icónica imagen.
El éxito de la serie de televisión “Los Ángeles de Charlie”, protagonizada por Farrah Fawcett y que debutaría en el otoño de 1976, también ayudaría a impulsar las ventas del poster, que hasta el día de hoy ha vendido la friolera de 12 millones de copias, logro que sin duda se debió sobre todo a la acertada intuición de la actriz norteamericana. El fotógrafo Bruce McBroom, autor de la icónica imagen, confesaría más tarde a la revista Time : “Fue la pose de Farrah, el traje de Farrah, la idea de Farrah. Ella eligió esa foto”.
En el año 2003, el científico de la comunicación Chadwick Roberts publicó un revelador ensayo sobre el cartel de Fawcett y su impacto en el desarrollo social de los Estados Unidos, asegurando que el poster representó un cambio en el ideal de belleza femenina, pues, en comparación con otros famosos y despampanantes símbolos sexuales -como Mae West y Marylin Monroe- las caderas de Fawcett eran estrechas, sus pechos eran pequeños y su nariz era larga, delgada y prominente, pero aún así en la imagen ella se las arregló para aparecer bella, sugestiva y “moderadamente” sexy.
El abundante cabello suelto de Fawcett, según Roberts, contrastaba con el estilo andrógino de finales de los años 60′ y principios de los 70′, representando así un nuevo estilo de la chica totalmente estadounidense. Y según el mismo científico, la presentación en el poster de los pezones y la parte interna del muslo de la actriz, representó un cambio en la moralidad en los Estados Unidos.
El impacto del poster de Farrah Fawcett en la cultura popular del siglo XX resultaría tan emblemático que en el año 2011, dos años después de la muerte de la actriz, el traje de baño rojo de Fawcett y una copia de su cartel icónico fueron donados al Museo Nacional de Historia Estadounidense del Smithsonian para unirse a su colección de objetos culturalmente significativos.
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