La enigmática fotografía de un joven y desconocido Adolf Hitler en 1914, cuando Alemania declaró la Primera Guerra Mundial
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- Héctor Fuentes
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El 2 de agosto de 1914, un día después que Alemania le declarase la guerra a Rusia, las tropas alemanas del Kaiser Guillermo II ocuparon Luxemburgo, lo que fue la antesala de la declaración germana de guerra a Francia y Bélgica que se verificó al día siguiente, desencadenando en propiedad la Primera Guerra Mundial, conflicto que dejaría más de 15 millones de muertos, incluyendo tanto combatientes como civiles.
El mismo 2 de agosto de 1914, en la plaza Odeonplatz de la ciudad de Múnich, Alemania, fecha en que las tropas alemanas ocuparon Luxemburgo, una gran muchedumbre se agolpó para celebrar el estallido de la guerra. Y el fotógrafo bávaro Heinrich Hoffmann inmortalizó el histórico momento, sin saber que en el centro de la instantánea se encontraba un desconocido hombre joven y flaco, de 25 años y con bigote, llamado Adolf Hitler.
El historiador inglés Ian Kershaw, autor de “Hitler, una biografía”, relató que “a principios de agosto de 1914, Hitler era una de las miles de personas de Múnich poseídas por un delirio emocional, fervientemente entusiasmadas con la perspectiva de la guerra. Como para tantos otros, su euforia se convertiría más tarde en una profunda amargura. En el caso de Hitler, el péndulo emocional que puso en marcha el estallido de la guerra oscilaba de forma más violenta que para la mayoría: “Presa de un entusiasmo violento –escribió- me arrodillé y di gracias al cielo con el corazón rebosante de dicha por concederme la buena fortuna de vivir en aquella época”. No cabe la menor duda que sus palabras eran ciertas”.
Kershaw agrega que “años más tarde, al fijarse en una fotografía tomada por Heinrich Hoffmann (quien habría de convertirse en su fotógrafo oficial) de la enorme manifestación patriótica frente al Feldherrnhalle en la Odeon Platz de Múnich, el 2 de agosto de 1914, el día después que Alemania le declarase la guerra a Rusia, Hitler comentó que aquel día había formado parte de la enfervorizada multitud, arrastrado por el fervor nacionalista y con la voz ronca a fuerza de cantar “Die watch am Rhein” y “Deutschland, Deutschland über alles”. Hoffmann se puso de inmediato a trabajar haciendo ampliaciones de la fotografía hasta que descubrió el rostro de aquel Hitler de 25 años en el centro de la imagen, fascinado y extasiado con la histeria belicista. La posterior reproducción en serie de la fotografía contribuiría a afianzar el mito del Führer y le proporcionaría a Hoffmann enormes beneficios”.
Si bien esta famosa e histórica fotografía -tal como relata Ian Kershaw- fue utilizada por los nazis para ilustrar el patriotismo y la lealtad de toda la vida que Hitler sentía por Alemania, varios historiadores dudan hoy sobre su autenticidad, pues el propio Hitler nunca mencionó su visita a Odeonplatz en su autobiografía ‘Mein Kampf’ y los expertos todavía no son capaces de encontrar los negativos u otros documentos de confirmación de la imagen de marras en los archivos de Estado, por lo que no descartaron que la foto hubiera sido insertada por el mismo Heinrich Hoffmann, fotógrafo personal de Hitler, jefe de su amante Eva Braun y quien al parecer era experto en la manipulación de fotografías.
“El mismo Hitler dijo que su deseo de convertirse en político derivó de ese día en Múnich. Pero la historia en sí es quizás demasiado perfecta”, escribió el periódico alemán “Sueddeutsche Zeitung”.
Sean Lang, profesor de historia de la Universidad de Cambridge, explicó que las fotografías de Adolf Hitler tomadas durante la Primera Guerra Mundial lo muestran usando un largo mostacho o bigote grande, del tipo que estaba de moda en ese momento. La práctica de afeitarse los bigotes hasta una forma de “cepillo de dientes” parece haberse introducido durante la guerra para permitir que los hombres usaran las máscaras antigás más cómodamente, ya que esa moda era desconocida antes de 1914.
Lang opinó que “si la fotografía es correcta, entonces Hitler, casi solo en Europa, usó un bigote de cepillo de dientes en 1914, se dejó crecer un bigote grande durante la guerra, y luego regresó a un estilo de cepillo de dientes después de la guerra, nada de lo cual parece muy probable. Aunque es indudable que sí estuvo en Múnich en 1914 y puede haber estado entre la multitud que se congregó en la Odeon Platz el 2 de agosto de 1914 para celebrar el estallido de la guerra, es posible que los propagandistas nazis lo hayan insertado en la fotografía o hayan retocado su imagen para hacerlo más reconocible de inmediato para los alemanes en los años 30′. La fotografía de la celebración patriótica tomada en la plaza Odeonplatz de la ciudad de Múnich existe en forma reproducida, con Hitler en un círculo, en varias colecciones de museos, incluida la del Museo de Guerra Imperial, pero el paradero del negativo original de la fotografía es más difícil de rastrear”.
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