Una de las fotografías más curiosas de Marilyn Monroe es aquella que la muestra en 1955, sentada en unos juegos infantiles en un parque de Long Island. Aparece vestida sólo con un traje de baño con una camiseta rayada y lee, totalmente concentrada, un libro al sol, que no es otro que el famoso “Ulises” de James Joyce, un libro críptico y de difícil lectura que ha sido calificado por algunos críticos como una obra visionaria, aunque caótica y desestructurada.

La famosa foto de Marilyn Monroe tomada en 1955, donde ella aparece leyendo el “Ulises” de James Joyce.

Hoy, todavía hay quienes discuten si Marilyn Monroe (quien por entonces aún no estaba casada con el escritor Arthur Miller) leyó realmente semejante libro. Hay quienes sostienen que ella, simplemente, tomó el libro y posó para que la fotógrafa Eve Arnold hiciera las famosas fotos en el parque de Long Island en 1955, corroborando la visión de muchos que la tildaban de “rubia tonta”.

Sin embargo, la verdad es que la bella y carismática Marilyn Monroe no era ninguna tonta, pues, mas allá de sus lecturas, es sabido que tenía un coeficiente intelectual superior al promedio. Y, según cuentan todos sus biógrafos, era una gran lectora. Tenía una vasta biblioteca personal de más de 400 títulos sobre temas tan variados como arte, filosofía, psicología, política, poesía, teología e historia.

Además, la propia Marilyn escribía poesía y reflexiones diarias sobre temas existenciales. “Solo partes de nosotros tocarán partes de otros”, escribió en uno de sus cuadernos. “Nuestra propia verdad es solo eso, la verdad propia. Solo podemos compartir la parte que es comprendida por la aceptación consciente del otro, por lo que estamos, casi todo el tiempo, solos. Como debe de ser, evidentemente, en la naturaleza”.

Según sus biógrafos, la errónea imagen de “rubia tonta” de Marilyn Monroe fue alimentada por los personajes que interpretó en sus famosas películas, sus conflictivas relaciones amorosas, sus problemas personales o sus adicciones, factores que por cierto no ayudaron a fomentar la idea de que supuestamente era una persona con altas capacidades intelectuales.

“El mayor mito sobre la vida de Marilyn Monroe es que ella era tonta. El segundo es que era frágil. Y el tercero es que no sabía actuar. Ella estaba lejos de ser tonta, aunque no tenía una educación formal, y era muy sensible al respecto. Pero en verdad era muy inteligente y muy dura. Tenía que ser ambas cosas para vencer al sistema hollywoodiense en la década de 1950. la imagen de rubia tonta era un papel ¡Era actriz, por el amor de Dios! Una actriz tan buena que ahora nadie cree que ella fuera otra cosa que lo que retrató en la pantalla″, comentó Sarah Churchwell, profesora de la Universidad de Londres y autora de “The Many Lives of Marilyn Monroe”, uno de los tantos libros biográficos que existe sobre su figura.