Walther Giese, el enigmático espía nazi que actuó en Sudamérica y España y desapareció sin dejar rastro

Instalado en Ecuador, Argentina, España y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, recabó valiosa información de inteligencia para el régimen de Adolf Hitler.

Guía de: Mitos y Enigmas

Uno de los espías nazis más enigmáticos que actuaron en Sudamérica y Europa fue Walther Giese, un ciudadano alemán nacido en 1893 en un humilde hogar de la región de Silesia y que emigró muy joven a los Estados Unidos buscando mejores expectativas económicas, aunque pronto regresaría a Alemania para alistarse en la marina imperial tras estallar la Primera Guerra Mundial.

spy 2

Terminada la Gran Guerra, Walther Giese terminó prisionero en Gran Bretaña, siendo liberado en 1919. En los años siguientes probaría suerte en Holanda y Sudamérica, desde donde regresaría a Alemania un año antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, presentándose como voluntario en los servicios secretos del Tercer Reich, que ya lo habían intentando reclutar en 1934, aunque él había declinado el ofrecimiento.

De este modo, Giese, quien por entonces ya hablaba fluidamente inglés, holandés y español, además del alemán, su lengua materna, ingresó formalmente a la Abwehr (“Defensa”), organización de inteligencia militar alemana que estaría operativa desde 1921 hasta 1944, siendo creada pocos años después de proclamarse la República de Weimar. Durante la Alemania Nazi, la Abwehr estuvo bajo el mando del almirante Wilhelm Canaris, quien reportaba directamente de las actividades de la organización al alto mando y al propio Adolf Hitler.

Wilhelm Canaris, almirante y jefe de inteligencia de la Marina Imperial alemana.

Wilhelm Canaris, almirante y jefe de inteligencia de la Marina Imperial alemana.

Giese, aprovechando sus contactos en Ecuador, país donde había vivido tres años, fue destinado a la embajada alemana en Quito, donde supuestamente ejercía las funciones de secretario. Pero en realidad su labor era otra. Usando el seudónimo “Greif”, vigiló el movimiento de los barcos en la costa, estableció una red de colaboradores y montó un sistema para el envío de mensajes secretos a Alemania, vía Río de Janeiro, a partir de fotografías de documentos secretos que escondía dentro de las cubiertas de libros.

En el país del Guayas, y bajo la protección del dirigente Ernst Wilhelm Bohle, alto funcionario encargado de la organización de filiales del nazismo en todo el mundo, Walther Giese se transformaría en el líder de la pequeña estructura nazi existente en Ecuador, estrechando sus lazos con los círculos de poder locales. En 1939, de hecho, sería condecorado por el gobierno ecuatoriano, que le hizo entrega de la “Orden Nacional al Mérito en el Grado de Caballero”. Por entonces, la prensa ecuatoriana opositora de la época se refería a él como el “Führer del Partido Nacionalsocialista de Ecuador”.

Nazis uniform

En 1942, tras ser expulsado del Ecuador debido a presiones internacionales, Walther Giese se trasladó a Buenos Aires, Argentina, donde existía un activo núcleo pro nazi. Durante una escala en Santiago conoció personalmente al comandante Ludwig Von Bohlen, agregado de la aviación militar de la embajada alemana, quien había montado una eficaz red de espionaje en Chile. Gracias a este funcionario, Giese obtuvo un salvoconducto que le posibilitó embarcar en Buenos Aires y arribar a Hamburgo, Alemania, a fines de mayo de 1942.

Una vez en su país natal, Walther Giese fue destinado del nuevo al extranjero. Fue enviado a España para desarrollar actividades de espionaje y contraespionaje, pasando a formar parte de la Kriegs Organitation Spanien (KOSp), organización nazi con sede central en Madrid que extendería por toda la península ibérica una vasta red de espías, militares y activistas infiltrados en diversas organizaciones e instituciones. En la capital española usó una falsa identidad de un representante comercial de una falsa empresa, aunque dentro de su organización sería conocido como “Alfredo Thomas” o “Nordmann”.

24 de octubre de 1940. El general español Francisco Franco, junto a Adolf Hitler, saluda a la fuerza alemana a su llegada a la estación de trenes de Hendaya.

24 de octubre de 1940. El general español Francisco Franco, junto a Adolf Hitler, saluda a la fuerza alemana a su llegada a la estación de trenes de Hendaya.

La labor de espionaje y contraespionaje de Walther Giese en la península ibérica sería destacada. Organizó viajes secretos de agentes nazis a América, montó una red de captación de voluntarios pro alemanes, se mantuvo activo en la vigilancia ideológica y en la detección de judíos y otros enemigos del Tercer Reich y alertó a sus superiores que los ingleses preparaban campos de aterrizaje clandestinos cerca de Bilbao, Vitoria y Pamplona.

Tras ser destinado a la región española de Galicia, Giese también vigiló a los espías de las potencias enemigas del régimen nazi y protegió con sus actividades secretas los envíos regulares a Alemania del wolframio o tungsteno, metal que tenía una importancia vital para los nazis en el terreno militar, ya que proporcionaba gran dureza al acero, por lo que era usado en los blindajes de sus tanques y en la cabeza de sus proyectiles, para aumentar su capacidad de penetración.

Geheimer Funkmeldedienst des OKW

Sin embargo, pese a la abierta protección que les había entregado el gobierno del general Francisco Franco, Walther Giese y otros cincuenta agentes del nazismo debieron abandonar abruptamente España en octubre de 1944 por presiones de los aliados. Destinado a Berlín, se incorporó a la división de espionaje naval.

Cuando la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial ya era inminente y para evitar caer prisionero a manos de los temidos rusos, el 29 de abril de 1945 Walther Giese decidió entregarse al ejército estadounidense. Fue trasladado al Centro de Interrogatorios de Berlín y, tras casi un mes y medio de interrogatorios, lo confesó casi todo: desentrañó el funcionamiento de la KOSp en España, revelando además las identidades secretas de todos los agentes alemanes que habían actuado en ese país desde su arribo a Madrid en 1942.

Durante los interrogatorios, los responsables de los mismos informaron a sus superiores que Walther Giese “había sido absolutamente cooperador y había tenido la actitud del que no ha cometido ningún crimen” durante la guerra.

espias

Debido a su cooperación con los aliados, Walther Giese sería liberado y también se le proporcionaría una nueva identidad. Fue visto públicamente por última vez el 11 de octubre de 1945, fecha en que se perdió su rastro para siempre.

Más sobre Mitos y Enigmas

Comentarios Deja tu comentario ↓
Ver Comentarios