Alejandro Sanz y Raquel Perera están en su peor momento. La ex pareja no logra ponerse de acuerdo en absolutamente nada. Para resumir: el cantante presentó los papeles de divorcio en Madrid en el mes de abril. A raíz de este pedido su ex esposa respondió con una medida cautelar para congelar sus cuentas en los Estados Unidos. Raquel, además, solicita a la justicia de Miami el reparto equitativo de bienes generados en los 12 años que estuvieron juntos, custodia completa de sus hijos y una cuota de manutención de 40 mil dólares en vez de los 17 mil que propone el cantante.

En respuesta al documento presentado por Perera, el músico respondió a la corte de Miami que su ex está actuando de mala fe. También explicó que el proceso legal debe continuarse en España conforme al prenupcial firmado por ambos. Y se niega a pagar los 40 mil dólares que exige su ex. En tanto Raquel volvió a solicitar a la justicia de Miami el congelamiento de las cuentas del compositor, como medida de precaución para cuidar los intereses de sus hijos.

Hasta el momento el juicio debería realizarse en septiembre, pero no se sabe aún en que país será ésten. Raquel afirma que debe ser en los Estados Unidos, donde vivía el matrimonio y viven los niños Dylan, de 9 años, y Alma, de 6. En cambio Sanz se ampara en el documento y quiere realizarlo en España.

A días de concluida una etapa de la durísima separación entre Johnny Depp y Amber Heard, la prensa del corazón parece no tener descanso. Otros peso-pesado se encuentra en una posición semejante; la ruptura se da en los peores términos. Como un calco (o como si ésta hubiera sido una maldición), otro matrimonio se separa en la escuela de “Historia de un matrimonio”. Durísimas denuncias, reclamos de toda índole en otro final que nació anunciando ser tranquilo y va escalando y escalando en intensidad. ¿Nace otro culebrón para las voraces revistas del corazón?