Parece ser un destino en común de muchas. Es decir, cuántas chicas Disney terminan cada vez más radicalizadas. Casi al extremo. Esa es la preocupación de los fans de Bella Thorne. La cantante y actriz de la exitosa Shake It Up publicó en su cuenta de red una foto con un look decididamente distinto. Otra vez prendas transparentes, el cabello de un rojo furioso, una actitud desconocida en ella.

Si estás pensando en los peores días de Miley Cirus, debemos confesarte que nosotros también. La exHannah Montana atravesó una fase donde casi no podía andar vestida. Los escándalos se multiplicaban y, de pasar de reírse de las ocurrencias, todos terminaron preocupados por ella. O Linday Lohan. Otra. Pues bien, la buena de Bella anda últimamente muy cercana a esos casos y el temor es que termine de mismo modo: desbarrancando. Aún son muy recientes sus fotografías en braless, underboob y las más célebres: las transparencias en público con aros sexys, que en Guioteca decidimos no mostrar. Esto no tiene nada de malo. Pero el diablo sabe por viejo, no por diablo: nada de esto está mal si es que Bella mantiene el control. Y control, precisamente, es lo que pierden muchas de estas estrellas pop. Por alguna razón, siempre terminan en el mismo infierno. Ni hace falta nombrarlo. Todos sabemos cuál es.

¿Tiene Bella el control? Por el momento hay quienes festejan sus vestidos. En su cuenta muchos fans la vivaron, como tampoco faltaron las críticas de quienes la ven con un perfil demasiado alto para una exestrella preadolescente. Lo de siempre: “Estás divinas” vs.” Qué pasa que últimamente luces cada vez más desnuda. No eres buen ejemplo para las niñas que te siguen”. Todas las artistas han pasado por las mismas críticas cuando deciden romper su sitio de confort para no ser etiquetadas.

Bien. Bella luce divina. Pero no estaría mal andarse alerta. Una cosa es ser una provocadora. Cuando comienzas a tenerle alergia a la ropa, algo podría estar dando señas de andar mal. Un humilde consejo: a la industria le encantan estos cambios en sus figuras; pero cuando su cerebro estalla, los abandonan a su suerte. Lo dice el diablo, que ya sabemos por qué sabe.