Britney Spears se casó la semana pasada en medio de un escándalo. Si ex irrumpió en la fiesta y quise detener la boda. Pero eso es historia vieja. Ahora, horas atrás, ha llegado a la prensa el arreglo que Britney Spears hizo con su flamante esposo: en caso de que el matrimonio no prospere, la fortuna de la cantante no correrá peligro.

La boda del 9 de junio no dejará ningún dinero obtenido previo al enlace a Sam Asghari en caso de que el matrimonio se disuelva. La fortuna de Britney Spears, que tanto dolor le causó con el abuso de su padre Jamie durante años y años está a resguardo.

Tiempo atrás, el entonces novio de Britney había bromeado al respecto: “Claro que firmaremos un acuerdo prenupcial para proteger mi coche y mi colección de zapatos en caso de que me eche algún día”. El muchacho, dicen los allegados, está muy enamorado de la Spears y no pasa por el dinero la unión.

Forbes calculó la fortuna de la artista en torno a los 60 millones de dólares. La cifra está próxima a aumentar si Britney llega a un acuerdo para la publicación de sus memorias, en tratativas con Simon & Schuster por otros 15 millones. Si bien no pudo ser confirmado, este contrato ya se habría formalizado, firmado precisamente antes de la boda para proteger ese patrimonio del enlace.

La vida de Britney comienza a encarrilarse luego de tantas sacudidas. Hasta su madre Lynn, enfrentada con ella por la famosa tutela, la felicitó por la boda: “Estabas radiante y tan feliz. ¡Tu boda es una boda de ensueño! ¡Y celebrarla en tu hogar la convierte en algo muy especial y romántico! ¡Estoy muy contenta por ti! Te quiero”.