Se trata de una de esas cuestiones que crecen, crecen, y cuando uno quiere acordarse, ya es imposible detener. Lo cierto es que nadie ha visto el famoso video entre Maluma y Ricky Martin, pero muchos lo consideran verdadero. Una auténtica leyenda urbana.

En tiempo de post-verdad, ¿tiene sentido discutir si existe o no tal video? Millones de personas lo dan por cierto y con eso alcanza para ellos; ya resulta imposible explicarles que no existe, y ni siquiera se cuestionan que nadie lo haya visto jamás: ellos creen; para ellos es realidad y con eso basta.

Claro que las cosas no son así para los involucrados, que niegan terminantemente la existencia y quieren que los demás comprendan que nada de esto es cierto. El primer rumor lo lanzó el medio mexicano Excelsior, en tiempos del lanzamiento del clip de “Vente pa´ca”. Ambos músicos compartieron canción y filmación y Ricky compartió la célebre fotografía que abre este artículo. Cuando ya era tarde, desde Televisa, fue Maluma quien negó todo: “No soy gay, no tengo una relación con Ricky Martin. Amo a las mujeres”. Sus adversarios buscaron instalar la duda en el apoyo que el músico colombiano dio a la comunidad LGBT .

Del lado de Ricky Martin las cosas son distintas: Ricky ha declarado formalmente ser homosexual, está en pareja con Jwan Yosef, pero tampoco comprende de donde ha salido el rumor: “Ese tema me da risa. Es ese 1% de personas que transmite mala energía y que, además, amenaza tu privacidad. Simplemente eran ganas de la prensa amarillista de hacer noticia de algo que era mentira”, expresó el cantante en Miami al programa El vacilón de la Gatita.

¿Cómo concluir el asunto? Debería ser sencillo. Va un consejo de corazón: no creas en nada que no hayas visto. Pero no funcionan así las cosas. Para millones y millones de personas, ese video existe y es imposible persuadirlos de que no es así; una suerte de esquizofrenia social, confunden sus fantasías con realidad. Así funciona la post-verdad.