• Gonzalo Pichara, ex Guía de Música Pop
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Las medidas publicitarias han debido extremarse y las promociones de “último minuto” multiplicarse. Aún con cientos de entusiastas fanáticos de Lady Gaga haciendo fila hace 16 días afuera del Estadio Nacional, lo cierto es que el recital de la intérprete de “Poker Face” está siendo comercialmente un fracaso.

Hasta el día de hoy se estima que hay 40 mil entradas vendidas, eso entre promociones y ofertones de última hora. Para la inversión que se ha hecho, un fracaso. Claro está que la productora mañana hablará de “éxito rotundo”, pero en la realidad, 40 mil tickets para un show que esperaba vender más de 50 mil sin promociones ni nada, significa un espaldarazo importante para los auspiciadores.

¿Fin de año?, ¿muchos shows seguidos?, ¿el efecto Madonna?… la verdad es que no lo sé, quizás simplemente Lady Gaga no es tan grande como acá se piensa. A diferencia de Madonna y otros miles de artistas que hemos podido ver durante estos últimos años, la estrafalaria intérprete de 26 años llega en el momento más alto de su carrera, y montando un atractivo espectáculo basado en numerosos hits radiales y una puesta en escena alucinante. No obstante lo anterior, Lady Gaga pareciera que decidió en algún momento sostener su carrera en la extravagancia, dejando la música en segundo plano. Bajo ese punto de vista, quizás es más entretenido o interesante ver un video clip súper producido de Lady Gaga, o derechamente, verla caminar por una alfombra roja vestida con trozos de carne que arriba de un escenario cantando en vivo.

Pop ligero y predecible

Hasta el momento la decisión tomada por Lady Gaga pareciera haber sido la correcta. Similar a lo que alguna vez hizo Madonna, el pop ligero y predecible que interpreta pasa a segundo plano, eclipsado por su figura y extravagante comportamiento. Lady Gaga podría perfectamente ser otra Rihanna o Beyoncé, pero eligió ser diferente, marcar la pauta, y lo está logrando.

Aunque ella no lo quiera reconocer, Lady Gaga es una copia de la mejor Madonna. Mientras que la otrora “reina del pop” exacerbaba todo lo sexual, Lady Gaga hace lo propio con actitudes atípicas y fuera de todo sentido y buenas costumbres.

Aún con entradas a la venta, el show de esta noche promete en lo visual y coreográfico, así que si aún tiene dudas, creo que los buenos precios de última hora podrán hacerle la decisión un poco más fácil.