La fama no llega de forma inmediata. Sin importar el rubro en el que se trabaje, hay que hacer todos los esfuerzos para salir adelante. Eso es precisamente lo que ocurrió con estos artistas antes de ser mundialmente reconocidos.

Partiendo por Madonna, la indiscutible “Reina del Pop”. La norteamericana trabajó por un breve período en el Dunkin Donuts, antes de ser despedida por “jugar con la máquina que las rellenaba con mermelada”, según le contó a Howard Stern en 2015. Esa desvinculación le permitió meterse al mundo de la música. Y vaya que le salió bien.

De no ser por Jamie Foxx, quizás qué hubiera sido de la carrera de Ed Sheeran. El cantante inglés llegó a Los Angeles sin que nadie supiera de él. El actor tenía un programa de radio en el que ayudaba a jóvenes emergentes, y no solamente puso sus canciones al aire, también le dio alojamiento durante más de un mes.

Si hablamos de almas caritativas, no se puede dejar de lado a Ariana Grande. Comenzó con sus obras benéficas cuando apenas tenía 10 años, y desde entonces ha participado en todas las campañas posibles. Es más, en su mansión viven 10 perros rescatados, y también ha cubierto los gastos de adopción de otros 15 cachorros. Así de grande es su amor por los animales.

Para concluir, una de las canciones más famosas de todos los tiempos nació de una simple “broma” adolescente. Katherine Hanna, vocalista de Bikini Kill y compañera de banda de la entonces novia de Kurt Cobain, escribió en una pared de su casa que el fallecido vocalista de Nirvana “olía a espíritu adolescente”. A él le pareció revolucionario, y así surgió “Smells Like Teen Spirit”, hit que ya superó el billón de reproducciones en Youtube.