El cerro Alegre tiene un nuevo mural. También, algunas definiciones: “Individualista y egoísta”. La conclusión la sacó la seremi de Cultura de Valparaiso, Constance Harvey. La mujer dejó sus impresiones sobre el ya polémico mural, que fue parte de la presentación de Mon Laferte en el terreno de las artes públicas.

“En nuestro proyecto que se llama Emerge Valparaíso nosotros trabajamos con los permisos de los vecinos y en un trabajo muy comunitario”, explicó Harvey. La funcionaria agregó: “En ese sentido creo que el trabajo de Mon es bastante individualista. Ella claro que tiene todo el reconocimiento como cantante y probablemente también lo tenga como artista visual”.

La polémica pareciera pasar por una cuestión de permisos: Si Mon pidió autorización para realizar su mural o no. Sin embargo, muchas más aristas parecen ponerse en juego por debajo de la pintura. Las diferencias sociales se exponen a todo momento. La artista proveniente de las barriadas pobres de Viña del Mar ocupa un destacado lugar en los movimientos feministas que aun no encuentra en eco en grandes segmentos de la sociedad. El mural fue rapidamente catalogado como parte del empoderamiento de la mujer. Para Harvey solo es “egoísta”.

Mon Laferte, quien ha hecho mucho desde el mundillo de la música, se lanza ahora al terreno de las artes plásticas: “(trabajar en Valparaiso) es muy melancólico. Caminar por toda la costa de Viña era lo que hacía cuando era chica y ahí me acuerdo que componía mis primeras canciones. Buscaba el cliché del romanticismo, de las canciones y todo eso. Me iba buscando que me dejara llevar toda esta furia del mar e iba en ese mood. Entonces, ahora voy a lo mismo cuando vuelvo. Eso no ha cambiado en mí”. Su debut no puedo ser menos: con polémica.