• Eduardo Retamal, ex Guía de Universidad de Chile
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Culminando una quinta fecha disputada íntegramente entre martes y jueves –pese a las contingencias de esta semana-, la U perdió el liderato transitoriamente y con el partido frente al Morning  recuperó la punta después de jugar anoche y ganar claramente a los recoletanos por 2-0 en un iluminado, pero tristemente vacío Estadio Nacional.

A los microbuseros hay que mirarlos con recelo, pues a veces aceleran a fondo contra la U y se llevan puntos clave, como ocurrió el primer semestre de este año con los goles de Cantero y hormona Gómez. La U merced su gran actuación en las finales del torneo pasado pudo en definitiva hacer olvidar el traspié sufrido al apearse con dificultades de la micro.

Foto: Marco Muga, El Mercurio

Rivarola ya tocó sutilmente la pelota para el segundo gol azul.

Esta vez Santiago Morning nuevamente sorprendió a la U en el comienzo, rápidamente se apropió de balón e impidió que la U realizara sus habituales asedios de los minutos iniciales, esta vez sobre la portería de Sam Bravo. Por el contrario, a los 22’’ Jota Jota Ribera provocaba con su zurda el desborde para el primer córner a favor de los bohemios.

El Morning emulaba así en breves instantes sus rachas frente a la superioridad histórica de la U, como entre los años 1941y 1945 cuando ganó 7/10 encuentros a la U incluyendo varias boletitas. Después, el Chago campeón por única vez en 1942 decayó hasta descender y rendirse ante el ballet de los 60’s que con pocas excepciones lo superó ampliamente hasta finales de los años 70’s y en 1982.

Pero las sorpresas recoletanas reaparecen muchas décadas después hasta el 2006 y 2009 donde volvió a tomarnos la mano con 4/6 victorias para la “V” negra.

Fue en esos momentos cuando llegamos a pensar que la U de Sampaoli había ingresado al campo con su dotación más menuda donde Herrera, Osvaldo y Marcos González eran quienes se apartaban del promedio de estatura, producto de las ausencias por lesión y los cuidados de la plantilla en otra semana con tres partidos. En los primeros quince minutos la U prácticamente no se acercó al arco de Sam.

Un servicio libre frontal a treinta metros del arco del Chago permitió una jugada preparada made in CDA: Charles Aránguíz optó por acariciar el balón y enviarlo al punto penal en lugar de cederlo al perfil de Gallegos para el segundo palo  o la potencia y ubicación de Díaz quienes se ofrecían como alternativas.

La pelota dividida por aire ganada por Marcos González superando las marcas de los centrales bohemios, su cabezazo hacia el marco no lo pudo atrapar Bravo generando un rebote que rápidamente mando a las mallas Gabriel Vargas (20’) -habilitado por el rebote de Sam- reencantando su amistad con el gol.

Pese al desequilibrio el partido fue disminuyendo en su intensidad, manteniendo la U el control del juego y la superioridad en el trámite, pero también evidenciando la falta de efectividad de los dirigidos por Fernando Díaz -quién intentó sin éxito forzar un mejor rendimiento introduciendo ajustes tácticos durante el juego- que después de los minutos iniciales no se acercaron a la portería de la U.

El segundo tiempo transcurrió bajo los efectos del mismo sopor: la U manteniendo a raya al Chago y éste sin poder sublevarse –por utilizar un término contingente- y con la U acercándose periódicamente a las situaciones de gol pero sin mayor claridad para aumentar el marcador.

Hasta que se produce el ingreso de Diego Rivarola: Gokú iluminó la noche cantándole el pase a un irregular Gallegos quién lo habilitó con ventaja para el toque sutil y definitorio al minuto de haber ingresado al campo (80’) poniendo un marcador más claro y cómodo para un partido con pocas emociones en un estadio vacío en una noche plena de resguardos.

Lo que está claro es que la U pese a sus escasos incentivos mueve su plantel, gana con claridad su cuarto partido y con un partido pendiente vuelve a liderar el torneo.