“La Casa de la Noche”: Vampiros, romance y peligros

¿Cuán difícil es vivir en un internado para humanos que se están transformando en no muertos? Descúbrelo a través de la novata Zoey Redbird. “Atrapada”, el quinto volumen de la serie, ya está en Chile.

Guía de: Literatura Fantástica

No es ningún misterio que cuando hace algunos años estalló el llamado “fenómeno Crepúsculo” a escala planetaria —producto de la serie de novelas escritas por Stephenie Meyer—, los vampiros abandonaron su apariencia tradicional de monstruos para convertirse en adolescentes románticos y compasivos, capaces de caminar de día e incluso de renunciar a beber sangre. Aunque, claro, no faltaría por ahí alguno enchapado a la vieja escuela.

La fórmula “bella adolescente de secundaria + vampiro ancestral con apariencia juvenil = romance paranormal prohibido y peligroso” tuvo tanto éxito que los imitadores no se hicieron esperar. Y rápidamente las librerías se llenaron de clones de “Crepúsculo”.

La Casa de la Noche. Indómita

Foto: Trakatrá-Océano

A la vuelta de los años, en la medida que se ha ido decantando este fenómeno literario juvenil/romántico —otros dirían que va en franca desaparición—, un puñado de títulos se ha mantenido en pie, gracias a elementos diferenciadores que le dan un valor propio (sin necesidad de buscar alguna sombra bajo el árbol de Meyer).

“La Casa de la Noche” (Trakatrá-Océano), es un buen ejemplo de eso; una serie de novelas que combinan aventuras y romance paranormal, escritas a cuatro manos por Phyllis Christine Cast y su hija, Kristin Cast.

Todo comenzó con “Marcada”, donde conocimos a la adolescente Zoey Montgomery, quien además de pasar buena parte del día en la Secundaria de Broken Arrow, tiene que lidiar con la incomprensión de su madre y la indiferencia de sus hermanos, sin mencionar el profundo desprecio que ella siente por su padrastro. Pero hay un detalle importante. Zoey no vive en nuestro mundo, sino en una realidad alterna, donde la existencia de los vampiros en conocida y aceptada. Sobre todo porque cualquier humano puede tener el desorden genético que en plena adolescencia gatilla la mutación que lo transformará en un vampiro. ¿Pero cómo saberlo? Bueno, para eso están los Rastreadores, quienes recorren las secundarias marcando —literalmente— en la frente a todos aquellos que han iniciado este proceso. Y Zoey es marcada.

“El problema, por supuesto, era que convertirse en un monstruo era la más atractiva de mis dos opciones. Opción número uno: me convierto en un vampiro, que es igual que un monstruo para cualquier ser humano. Opción número dos: mi cuerpo rechaza el cambio y muero. Para siempre”, reflexiona Zoey en las primeras páginas.

La Casa de la Noche. Atrapada

Foto: Trakatrá-Océano

Pero los cambios que ella experimentará, no sólo serán físicos, sino también sociales, porque deberá dejar atrás la vida que conoció hasta ese entonces: “Las malas noticias eran que tendría que mudarme a La Casa de la Noche, un internado privado en la periferia del centro de Tulsa, conocido por todos mis amigos como Escuela de Adiestramiento Vampírico, en la que pasaría los próximos cuatro años sufriendo extraños e innombrables cambios físicos, así como un cambio de vida radical y permanente. Y todo eso sólo si aquel proceso no me mataba”.

Su llegada a este internado es lo que encierran las páginas de las siguientes entregas: “Traicionada”, “Elegida” e “Indómita”, donde además pasará a llamarse Zoey Redbird. Y hace algunas semanas llegó a Chile el quinto título de esta colección, “Atrapada”, acortando la distancia con los lanzamientos en inglés, ya que durante enero pasado —tanto en Estados Unidos como Gran Bretaña— se publicó su octavo volumen: “Awakened”.

Ahora por el camino de Zoey —que más allá de haber sido convertida en una “chupasangre” para nada perfecta, sigue siendo una adolescente impulsiva y  contradictoria— se cruzarán las Hermanas Oscuras (la peligrosa cofradía que impera dentro de La Casa de la Noche), varios novios, nuevas amistades como Stevie Rae, traiciones, peligros y sobre todo el descubrimiento de sus dones.

Más de alguien ha dicho que los libros de La Casa de la Noche combinan bien los vampiros de Stephenie Meyer con el internado de Harry Potter. Y no estaría equivocado. Pero lo que resulta claro es que esta serie se la juega por construir cada novela desde la mirada y la emociones de una simple adolescente. No importa si ya no es humana.

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