En tiempos de crisis económica, más que nunca es necesario ser eficientes en los recursos y ahí también cuentan las cremas. A continuación te contamos cómo saber si el producto que estás utilizando es el adecuado para ti.

La clave para estar segura que la crema que usas es la adecuada a tu tipo de piel es estar atenta a la aparición de ciertos síntomas y ahí sabrás qué es lo que está pasando:

Repentinamente tienes mucho acné: si ya dejaste de ser adolescente hace tiempo pero igualmente tu cara está llena de espinillas y puntos negros, lo que ocurre es que estás usando cremas muy densas. Tendrás que escoger productos más fluidos, y limpiadoras en jabón o espuma, puntualiza la revista española Clara.

Tu piel está tirante: el problema es el contrario al anterior. Lo que ocurre es que estás usando una crema demasiado fluida para hidratar tu piel y no estás absorbiendo la cantidad necesaria para mantenerte hidratada. También se puede deber a que limpiando tu cara un producto que contiene demasiado detergente, entonces busca  productos de limpieza que contengan más extractos vegetales, como las proteínas de soja.

Sientes que le falta “luz”: si es el problema de tu piel deberías pensar en cómo hidratarla y nutrirla mejor. Una idea es usar cremas con emolientes y humectantes, como la glicerina, el lactato sódico o el ácido hialurónico, precisa la dermatóloga Carmen Carranza, miembro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología.

Tu piel tiene mucho brillo:  las cremas que estás usando contienen demasiados agentes grasos o que desequilibran la producción natural de sebo. Busca una con menos contenido de aceites.

Te levantas con la cara irritada: probablemente la crema que aplicas en la noche contiene agentes muy agresivos como los retinoides o los alfahidroxiácidos. En este caso, la recomendación es acudir a cosméticos que contengan ingredientes naturales como jojoba, flor de loto, agua de rosas o extractos de algas.

Te aparecen más arrugas: este si es un problema grave, ya que si eres disciplinada y en vez de disminuir las líneas de expresión aumentan rápido, necesitas un tratamiento antiedad más potente. Con una mayor concentración de  principios antioxidantes.

Tienes constantemente la piel enrojecida: acá la clave está en cambiar la crema limpiadora, buscando una que contenga extractos más suaves y calmantes. La coordinadora del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), la doctora Aurora Guerra recomienda aquellas que contengan agua de rosas, aceite de jojoba y agua termal. Prefiriendo las  hipoalergénicas y libres de aceites.