Nadie podía imaginar en 2001, cuando se estrenó la primera película de Harry Potter, que la intérprete de Hermione Granger se convertiría en una actriz y activista destacada más allá de la saga de JK Rowling.

La carrera de Emma Watson comenzó a los seis años, cuando fe inscrita por sus padres en la sucursal de Oxford de Stagecoach Theatre Arts, una escuela de teatro a tiempo parcial donde estudió canto, danza y actuación. Desde muy joven, logró triunfos como ganar el concurso de poesía de Daisy Pratt a los siete años.

Dos años después, en 1999, audicionó para el papel de Hermione Granger en “Harry Potter y la Piedra Filosofal”, marcando el inicio de su éxito más allá del icónico personaje. Destacó en producciones como “La Bella y la Bestia” y “Mujercitas”, entre otras.

Watson también se convirtió en activista por los derechos de las mujeres y un ícono de la moda sostenible. Prefiere productos sin origen animal y apoya marcas que promueven las 4 R (Reutilizar, Reciclar, Reparar y Reducir).

Su activismo se extiende más allá de la moda: Watson está comprometida con los derechos de las mujeres y las niñas, siendo nombrada embajadora de ONU Mujeres en 2014. Ayudó a iniciar el programa HeForShe de la ONU para inspirar a los hombres a unirse a la lucha por los derechos de la mujer.

Emma Watson se unió al movimiento Time’s Up en la 75ª edición de los Globos de Oro en 2018, vistiendo de negro en apoyo a la visibilización del acoso a las mujeres en la industria del cine, la televisión y el espectáculo. Afirmó en la alfombra roja que este tema afecta a mujeres de todas partes del mundo, no solo en Hollywood.