Esta es la historia de un ciudadano japonés que vivía en la pequeña ciudad de Kasuya en Japón y aseguraba que no compartía su vivienda con nadie, hasta que detectó algo extraño: se le desaparecía comida del refrigerador.

Convencido de que realmente había alimentos que se esfumaban el caballero comenzó a anotar todo lo que compraba y ponía en el aparato. Así confirmó lo que sospechaba: definitivamente habían cosas que no estaban.

Como pensó que eran jóvenes que ingresban aprovechando su ausencia, a causa de las largas  horas que pasaba en el trabajo, mandó a instalar cámaras de seguridad en su casa. Y desde su celular  vio la silueta de una mujer que sacaba alimentos en la cocina y se paseaba como si estuviera en su propia vivienda.

Llamó a la policía y esperaron el momento en que las imágenes mostraban a la mujer buscando el alimento para ingresar. Lo primero que le llamó la atención a la policía es que ninguno de los accesos a la vivienda se veía violentado, todo estaba como el hombre lo había dejado al irse del hogar.

Fue cuando llegaron a la cocina que el asunto se puso más misterioso: la mujer no estaba ahí. Comenzaron a registrar toda la casa y fue en la repisa superior de un closet donde el dueño de casa guardaba las mantas que apareció. Ahí Tatsuko Horikawa había acomodado un colchón y varias botellas de agua. Esa era su vivienda.

La mujer explicó que llevaba meses ahí y que había aprovechado un descuido en el que el dueño de casa dejó la puerta abierta para ingresar a la vivienda y acomodarse en el closet. Argumentó que debió optar por este alejamiento ya que no tenía donde vivir.

La policía se la llevó detenida y comenzó una investigación ya que sospechaba que la mujer había vivido en otras viviendas del área.

El dueño de casa por su parte levantó los cargos ya que dijo que la mujer era silenciosa,  ordenada y limpia, por lo que más allá de la desaparición de la comida no le causó grandes problemas. Con esto Tatsuko Horikawa fue dejada en libertad y no se ha sabido más de ella.

La historia inspiró al artista ingles Glenn Ibbitson a realizar un film de 44 minutos relatando la vida de esta mujer dentro del closet.