El retorno de los talibanes al poder en Afganistán, hace algunas semanas, generó un caos absoluto: Miles de personas intentaron escapar, muchas fallecieron en el intento y, tal como ocurría años atrás, retomaron las prohibiciones para las mujeres.

Habiendo vivido en carne propia las imposiciones de sus padres, quienes cuando tenía 19 años la casaron con un hombre que no amaba, Zainab Momeny decidió que era el momento de escapar.

Antes de su divorcio, ocurrido en 2017, llegó a pensar en el suicidio. En las últimas horas, le contó su dramática historia a BBC Mundo, y esto dijo sobre las amenazas que recibió del grupo talibán.

“Me encontraba desesperada, tan llena de miedos e incertidumbres que dejaba una ventana abierta en el tercer piso de la casa donde me acogieron. Si los talibanes querían llevarme, yo me lanzaría para quitarme la vida”, señaló.

Tras nacer en Irán, se trasladó a los 15 años a Afganistán, donde vivían sus progenitores. Logró acceder a la Universidad de Kabul, donde estudió Psicopedagogía, para luego hacer un máster en Psicología en Chipre.

“Daba cursos de Comunicación sin Violencia, de cómo proteger a los niños del abuso sexual. Mis alumnos son mi gran pérdida. Siento que los abandoné”, remarcó respecto a su rol de profesora en Bamiyán, una de las ciudades que prioriza la cultura y las artes.

Fueron días angustiantes los que vivió antes de venirse como refugiada a Chile. “Empecé a recibir llamadas de desconocidos a mi celular diciendo que darían mi nombre a los talibanes. También mensajes de texto: ‘Te estamos buscando, te llevaremos a la fuerza y serás nuestra esposa’. Cambié tres veces mi número y aun así seguían llegando las advertencias: ‘Vayas donde vayas, te vamos a encontrar’”, declaró.

Su hermana, quien está radicada en suelo nacional hace 14 años, fue clave en las gestiones con la Cancillería para que Momeny pudiera trasladarse hasta Chile.

¿Qué piensa Zainab respecto al mes que lleva en nuestro país? “En el avión a Chile me sentía inmensamente feliz. Pensaba que aún queda humanidad en el mundo y la pude palpar. Chile es muy valioso para mí. El cariño de estas personas me devolvió la motivación de vida. Me enfrento a un desafío lingüístico, para trabajar y vivir aquí. A esta edad, tengo que recuperarme rápido de lo que perdí. Volver a ser independiente y estudiar”, aseveró.