Con la vuelta a las calles de toda la Región Metropolitana, gran parte de la población del país está retomando, con los resguardos pertinentes, hábitos de lo que hasta marzo entendíamos como “la vida normal”.

Uno de ellos, bastante clave para las mujeres, es la ida a la peluquería, muchas pasaron de tener una visita semanal a los salones de belleza a no pisar uno en seis meses. Es más, no fueron pocas las que protagonizaron algún incidente indeseado con su pelo, ya sea por teñirlo o cortarlo en casa.

En un ambiente bien distinto a las antiguas visitas a la peluquería en los tiempos previos al Covid, muchos se han ido acomodando para acudir a ellas, ya sea en turnos muy acotados, con distanciamiento social. En una escena en que peluquera y cliente están con mascarilla y las largas conversaciones sobre la vida parecen prohibidas, como también las revistas. Mientras que toda interacción se remite a lo estrictamente necesario, temas relativos al corte y tratamiento del pelo.

Es en ese contexto cuando surge la pregunta: ¿Cuáles son los tratamientos clave que debemos hacer? En España, donde por estos días viven el rebrote en algunas comunidades, cuando vivieron el proceso de transición la recomendación de la estilista Ana Lérida recogida en el diario la Vanguardia era priorizar por corte y teñido.

“Hay que considerar que lo más probable es que por mucho tiempo el pelo estuvo de cierta forma “abandonado”, así para  poner todo en regla tal vez lo recomendable sería agregar a la sugerencia de la mencionada estilista un baño que permita nutrir e hidratar el cabello”, dice.

Entonces, ¿en qué orden hago todo eso? El estilista Ramón Arias, profesional de la cadena de peluquerías Jan Macavi de Barcelona, dijo al mismo medio que lo primero sería el masaje, luego arreglar o emparejar el color y sólo entonces llega el momento de las tijeras, con la idea de  trabajar en materia de tendencias o cambios de look.