Si acompañas a tu pareja a un examen y lo que más te preocupa es que la enfermera verá a tu amado en la sexy camisa que utilizan para los “procedimientos” y la miras fijamente cuando le sonríe para “buscarle” la vena…. lo tuyo más que amor son celos.

Pensar que a pesar del pálido verdoso tu enfermo novio seducirá a aquella mujer de corta bata blanca, es casi ser celosa patológica. Ni hablar si te importa que tenga más fotos con su hermana que contigo en el celular.

Es que esos dos síntomas, los celos de la enfermera y de tu cuñada, son atisbos de que estás cerca de ser como el shakesperiano Otelo, según una lista de síntomas que catastró el sitio de Internet Erika Tipo Web.

Los otros cuatro comportamientos que podrían dar cuenta de tu celopatía son:

Hacerte amiga de sus amigas, eso como una forma de estar segura de que nunca fueron, nunca han sido y nunca serán “algo más” que amigos.

Odiar con todo el corazón, con el alma y con cada célula de tu cuerpo a su secretaria, porque estás segura de que lo está acosando, aunque la señora esté bordeando los sesenta, tenga nietos y esté más cerca de ser su madre o incluso su abuela.

Buscar por todos lados de su closet e incluso dar vuelta el botiquín del baño (si eres más obsesiva hurgarás en el botiquín del auto) en busca de algún objeto que claramente sea un regalo de alguna “noviecita”. Ojo: los tazones, portalápices y ciertos merchandising no cuentan en esta categoría de obsequios.

Si cada vez que suena su celular, sea o no conocido el número, tu “casualmente” contestas, lo tuyo más que coincidencia (o providencia) es obsesión de que alguna “otra” llamará a tu amado justo cuando estés con él… no será mucha “coincidencia”.