Ariana Grande logró que un juez dictara una orden de alejamiento a un fans que ha excedido los límites.

Hace unos meses atrás, Fidel Enríquez ingresó ilegalmente a la casa de la cantante, accedió siguiendo a uno de los camiones de reparto, recorrió el jardín, las instalaciones del lugar y llamó a la puerta con el fin de darle a la estrella una nota de amor. Fue Joan, la mamá de Ariana, quien atendió dicho llamado y se llevó un gran susto con la intromisión.

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A raíz del evento, denuncia de por medio, el juez dicto al señor Enríquez que deberá mantenerse alejado a más de 92 metros de distancia de Ariana y su madre, de sus propiedades, vehículos. El acosador no deberá tener contacto con la cantante vía e-mail, llamadas telefónicas, ni podrá dejar mensaje a través de las redes. Dicha restricción durará un período de cinco años.

Quizás parece exagerado tanto protocolo judicial por una nota de amor de un admirador. Según algunos medios, cuando la policía revisó la mochila del sujeto en cuestión, llevaba una notas en las cuales decía que iba a matar a la cantante, pero no tenía ningún tipo de arma. Además debemos recordar que Ariana lleva una gran cruz en su vida profesional y personal: ella sufrió un atentado en un recital en el año 2017 en la ciudad de Manchester, una tragedia que costó la vida a 22 personas, que disfrutaban el recital.