Miren bien estas imágenes. Un largo recorrido està por comenzar

Estos tiempos que vivimos son raros: las redes, de algunas celebridades, parecen haber validado algo que iría en contra de los preceptos básicos de las comunicaciones: lo falso. Cualquiera ve, todo el tiempo, imágenes que, en realidad y en el fondo, no son ciertas. El caso de las grandes estrellas es emblemático y Jennifer López, un paradigma.

La Diva del Bronx ha recibido incluso premios por esto. En los Billboard de 2017, JLo fue reconocida por el uso de las redes, redes donde comparte imágenes trucadas, retocadas, digitalizadas: imágenes falsas. Y fue premiada por ello; los tiempos son raros, ¿cierto?

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Pero de ningún modo eso significa que Jennifer no luzca bien a sus 49 años recién cumplidos. Simplemente tiene otro tipo de belleza que el que expresan sus redes premiadas. Recientemente, a días de publicar una foto donde su abdomen al descubierto lucía liso-liso, casi blureado (blur es la herramienta para sacar de foco a una imagen en los programas de retoque digital), la estrella posteó otra imagen. Familiar, en grupo, junto a su novio, su hija y otros seres queridos, brindando por el cumple, y allí…

… y allí su abdomen no se veía igual. Para comenzar, su piel lucía textura, precisamente, de piel. Jen aparecía como una mujer bellísima de su edad, es decir, la demostración de que una mujer de 49 años puede lucir fantástica. Apenas podía adivinarse una extrañeza en el rostro y bajo el cuello. Pero a grandes rasgos, JLO lucía allí mucho más natural, igual de hermosa. Para continuar con la costumbre, el artículo de esa imagen fue lo más visto del día en Guioteca. A esta altura, ya una tradición; la gente ama a Jen y consume todo, absolutamente todo lo que la diva produce.

Y entonces nos quedamos pensado: el photoshop cambia las pancitas, ok. ¿Y los rostros? Allí la diferencia es más notoria todavía. Pocas días atrás publicamos un artículo sobre las pecas de Kel Calderon, en estos momentos nuestro paralelo local al fenómeno de JLO: el arti arrasó en consultas y todos salieron corriendo a buscar una lupa. Jennifer López no tiene pecas, eso está claro. Pero de tanto consumir sus fotos trabajadas hemos olvidado que su piel es la de una mujer bien adulta. Y por definición, la piel tiene poros.

Conclusión: si estamos en tiempos de inclusión y aceptación; si las fotos al natural “pagan” tanto como las trucadas, si las redes deberían reflejar lo real, ¿por qué la falsedad en las fotografías? Cosas de los tiempos, que son raros. Desafiémoslos y busquemos la verdad. Y como las comparaciones son siempre odiosas pero inevitables, comparemos…

Jen a sus 49 años, en la playa

Sus clásicas fotos enseñan casi siempre su abdomen: ¿luce igual?

La siguiente secuencia no es “maldad”, es realidad 

Okey, Okey, en la anterior imagen sí hubo un poco de maldad. Porque también esta secuencia es realidad. Aquí Jen no luce más “fea”, luce más “humana”, en todo caso. ¿Cuántos mujeres de 49 quisieran tener este figura?

Y la cara… otro vicio de las famosas y las compañías por falsear la realidad. ¿Realmente luce así Jennifer López?

… ¿O luce así? Un dato: en la fotografía analógica el uso de rollos de diferentes asas permitía abrir o cerrar el “grano” de la imagen. Traducido a los tiempos modernos, sería como una imagen con mayor resolución: a más pixeles, más definición. ¿Verdad que en esta foto puede adivinarse hasta el maquillaje?

Para cerrar, nos quedamos con esta Jennifer López, justamente en los Billboard 2017, con el premio por sus redes, pero en vivo y en directo: bellísima, sonriente, radiante.