Una imagen de Mariah Carey en sus tiempos más complejos.

El tiempo va tan rápido que, ups, de repente nos dimos cuenta que han pasado meses sin hablar de Mariah Carey. Y atención que esto es insólito: los medios están acostumbrados a seguirla a sol y sombra y ella, con su tendencia a no perder estrellato, mucho ha ayudado (y ha forzado) a permanecer en las portadas; incluso, cuando las noticias que contar no eran buenas.

¿Se habrá regido por la máxima inefable de que no existe buena o mala publicidad, sino publicidad a secas, sin adjetivos? Recordemos: Mariah con soprepeso, Mariah sin poder bailar, Mariah dañando su leyenda. Y de pronto, la vimos y nos quedamos helados: ¡qué linda luce! Pero ¿qué paso?, si publicábamos todos las semanas sobre ella y cada vez se la veía peor. Entonces alguien miró las fechas: en todo este año Guioteca no había publicado sobre ella, un tiempo insólito para el imán que Mariah siempre resultó para los medios.

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Lo último que supimos era que estaba perdiendo peso. Pero aún así, ella alentaba a ese personaje caricaturesco: su sobremaquillaje, el uso, abuso y superabuso del photoshop… y el maldito cabello planchado. Sin darnos cuenta comprendimos que odiábamos verla así. Y de pronto Mariah compartió una imagen bien 2020, en esta moda forzada de las fotos en la intimidad del hogar. Allí, con el cabello ondulado (¡cuánto extrañamos ese cabello natural de Mariah, por Dios!), en la y en campera de joggins, la vimos infinitamente más linda que en los últimos tiempos. ¿Verdad que parece haber perdido años? Mariah en su hogar. Hay maquillaje, es cierto. Y tal vez haya mínimo retoque digital. Pero compárenla con sus últimas versiones y verán, hasta parece haber recuperado sus olvidadas facciones. Mariah era hermosa. Y al parecer, cuando se quita efectos de encima, lo sigue siendo.