Xuxa ha dejado a todos de piedra. La artista infantil habló de sus primeros años y dejó la confesión más temida: sufrió aberrantes abusos sexuales de niña.

La brasileña, que se ganó el corazón de todos los niños de Latinoamérica con su mítico Show de Xuxa, habló con la prensa argentina. Las declaraciones sorprendieron desde el punto de vista biográfico, ya que no hay informes en su historia pública de abusos en su familia ni en su carrera. Pero no sorprenden tanto al pensar la vida de la reina de los bajitos: nacida en un desigual Brasil, con brevísima carrera en el cine para adultos, la rápida fama llegada a su vida… lamentablemente nadie puede decir que sus declaraciones suenen inverosímiles.

Los recuerdos de aquellos años de infancia fueron tales que Xuxa los borró. “Es difícil hasta hoy”, explicó la artista. “No he hecho terapia. Siempre decía que el programa fue mi terapia. No lo hablé ni en mi familia”, sentenció la exnovia de Ayrton Senna y Pelé.

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“La cosa empezó muy temprano en mi vida –comenzó a narrar Xuxa– Una época en que yo no sé ni la edad, pero sé que era muy pequeña. Yo me cerré de una manera que no sé quién fue, ni la edad, borré, pero sé que a los 13 años fue la última vez”.

La cantante reprimió todo aquel horror. Con el tiempo intentó “hacer hipnosis para ver si conseguía volver, pero intenté dos veces y no lo conseguí. No es una cosa muy fácil para tratar, para hablar, no es fácil revivir todo, pero veo que no estoy sola, hay mucha gente que ya pasó por esto, o está pasando por esto. ¿Cómo van a decir que su tío, su padre, su madre, su abuelo están haciendo algo que los chicos no quieren, pero que no saben ni qué es? Sería bueno poder hablar sobre esto para que llegue a la cabeza de los chicos. Es difícil decir: ‘Esta persona que tenía que protegerte te está haciendo mal’”.

Xuxa pudo atravesar aquel infierno y salir. Recuperada, dedicó su energía y talento a los más inocentes: los bajitos, los niños. La gratitud de generaciones enteras no tiene fin: Xuxa continúa siendo una de las celebridades más queridas.