• Jorge Ducci, ex Guía de Tenis
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El 2012 podría ser un año clave en la carrera de Fernando González. Según algunos rumores en la prensa, uno de los mejores tenistas chilenos de la historia tendría en mente retirarse luego del ATP de Viña 2012, debido a la dificultad que ha tenido para volver a la actividad tras su operación a la cadera el año pasado.

Aún cuando el propio ‘Bombardero’ desmintió la noticia a través de su Twitter, de todas maneras se abre la interrogante sobre si es el momento para que González se retire del tenis, o se dé una oportunidad de volver a los puestos de elite.

Foto: Photosport

Fernando González echó por tierra los rumores que hablaban de un posible retiro del "bombardero" de La Reina después del ATP de Viña Del Mar que se disputará en febrero próximo.

GONZÁLEZ DEBERÍA SEGUIR…

El 2011 fue nefasto para Fernando González ya que apenas pudo disputar ocho torneos, entre certámenes ATP y Challenger,  todo producto de una operación a la cadera a la que se sometió a fines de 2010 para corregir además problemas en su rodilla, la cual no dio los frutos esperados.

Sin embargo, antes de eso el ‘Bombardero’ estaba aún en lo más alto. A pesar de que sólo pudo jugar la mitad de la temporada 2010 antes de que sus problemas físicos fueran más serios, logró terminar entre los 70 mejores del planeta, y ese año lo inició No. 11 del mundo.

Esto demuestra que claramente la caída es netamente por sus problemas físicos y no por falta de resultados. Por ello González tiene el margen para creer que si controla su cuerpo, y trabaja duro, su tenis que sigue intacto lo podría meter fácilmente en un nivel de Top 50 por lo menos.

Aunque existe incertidumbre de la fecha de su regreso oficial a las canchas – está anotado para Auckland y el Abierto de Australia pero no se sabe si los jugará – lo cual lo sigue alejando de los Juegos Olímpicos de Londres, todavía tiene margen para sumar puntos y acercarse a la chance de entrar al certamen. Si logra buenos resultados y no le alcanza el ranking, de todas formas aumenta mucho la posibilidad de recibir una invitación especial dado su brillante palmarés con una medalla de oro, una de plata y una de bronce en sus dos apariciones previas.

Por último, gracias a su brillante carrera con 11 títulos, medallas olímpicas y un techo de top 5 del mundo, González se merece una oportunidad de finalizar su carrera en cancha, jugando ante los mejores del planeta y con un ranking más digno en la medida de lo posible, y no a través de un comunicado o un anuncio por culpa de las lesiones.

GONZÁLEZ DEBERÍA PARAR…

Fernando González ya tiene 31 años, por lo cual está en el límite para casi cualquier tenista, al menos para un nivel de elite. Los que logran superar esa barrera es gracias a una condición física destacada que les permite aguantar las duras competencias, y el físico es justamente lo que ha frenado la carrera del ‘Bombardero’ el último año y medio, por lo que no sólo debería mejorarse sino adaptarse al ritmo del juego que en la actualidad es brutal, y así los tiempos no parecen ser los más favorables.

Se sabe que la gran meta de González es poder disputar los Juegos Olímpicos de Londres, pero de forma real y no solamente participar para estampar su nombre en el cuadro final. Para ello tendría que apelar al ranking protegido para sumar puntos en los primeros cuatro meses de 2012, pero seguramente también tendría que disputar torneos de menor calibre como los Challenger, y el enfrentar esa realidad es difícil; de hecho, a fines de este año renunció a jugar un par de campeonatos de este nivel por no encontrarse listo psicológicamente al abrupto cambio de estatus en el mundo del tenis.

Aún cuando la idea de todo deportista es “retirarse del tenis y no que el tenis lo retire a uno”, con el seguir intentando no sólo se arriesgarse a problemas físicos permanentes sino además puede poner en jaque su imagen de tenista top en caso de que no responda y caiga aún más en el ranking por pobres resultados, por lo que el dejar el tenis jugando el torneo en casa, que ya ganó dos veces, puede ser una decisión más digna de acuerdo a lo que merece.