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Tapir: Un animal curioso

Esta especie, también llamada Anta o Dante, parece una fusión entre un oso hormiguero, un pequeño elefante y un cerdo.

Seguramente todos alguna vez vieron “Alf”, la serie de TV de los ’80 (¿No? ¿Se me cayó el carnet?). Bueno, pese a que Alf (cuyo nombre se debe a la sigla “Alien Life Form” –forma de vida extraterrestre-) era uno más en Melmac, su planeta natal, aquí en la tierra era un espécimen único. Ahora, si hacemos el ejercicio de buscar un parecido en nuestro planeta, sin duda lo que más se acerca a él sería el Tapir Amazónico.

Tapir

Foto: Agencias

El Tapir también es conocido como Anta o Dante.

Para quienes no lo conocen, físicamente el Tapir es una extraña mezcla de oso hormiguero-pequeño elefante-cerdo. Un animal, sin duda, curioso. A pesar de que podríamos imaginar que está emparentado con cualquiera de los anteriores, nos sorprenderá saber que no es así y que es pariente de caballos y rinocerontes.

Los tapires han cambiado muy poco su aspecto en últimos 20 años. Es el mamífero terrestre más grande del Geotrópico. También es llamado Anta o Dante y hay cuatro especies de las cuales 3 viven en Centro y Sudamérica. La restante (que es bicolor) habita en Asia. En Chile sólo hay ejemplares del amazonas o también llamado tapir brasileño.

Si bien lo introdujimos como un animal muy parecido a Alf, en términos de comportamiento nada tienen que ver. A diferencia de la figura de la TV de los ’80, el Tapir no deja nada al azar, y todas sus acciones tienen un porqué. Es notable saber, por ejemplo, que se les considera “arquitectos del paisaje”, porque producen gran cantidad de fecas, las que son devoradas por escarabajos y así se produce un esparcimiento importante de semillas contenidas en sus desechos. Más allá de lo desagradable que resulta pisarlas en la calle o en el patio, ¿habría imaginado que las fecas tienen esa importancia para los ecosistemas, más allá de ser abono?

Quizás lo más llamativo, aparte de su apariencia semi-prehistórica global, es su enorme nariz. Se trata de una pequeña trompa que le resulta muy útil ya que por su gran movilidad es capaz de percibir mejor los olores de su entorno. Es muy sensible al tacto y además tiene la gracia de poder utilizarla como una mano, ya que le permite tomar vegetales y frutas llevándoselas a su boca.

A propósito de su boca, los tapires son vegetarianos por excelencia. Su cuerpo (no especialmente esbelto) llega a pesar 250 kgs., algo muy útil para ellos que viven entre la vegetación espesa de las selvas tropicales. La forma de su cuerpo es similar a un torpedo, lo que le permite introducirse y correr fácilmente entre la espesura abriéndose paso con facilidad. Sus ojos son pequeños así como también sus orejas, de modo que nada interfiera en su carrera.

Tapir

Foto: Reuters

Estos animales usan su pequeña trompa como una “mano”.

Sus depredadores naturales son el jaguar, los cocodrilos y el puma, que tienen que esmerarse para capturarlo. Su medio natural es el agua donde, pese a su volumen, son muy hábiles. Pasa gran parte de su vida en este medio. De hecho en él orina, defeca y se reproduce con toda su inmensa humanidad sumergida. Presenta una nuca muy prominente (y este carácter no está, en este caso, asociado a la infidelidad. De hecho en la naturaleza un macho puede cubrir a varias hembras) cubierta de una crin de pelos duros que le permite resistir de mejor forma las mordidas de sus fieros depredadores.

Nada más increíble que sus crías que nacen como cría única después de una larga gestación de 13 meses. ¿Han visto alguna vez una sandía con patas? Tienen entonces que ver un cachorro de Tapir. La naturaleza, sabia y prodigiosa, los provee al nacer y durante su primer año de vida de rayas sobre la piel que les permiten camuflarse en la etapa en que son más vulnerables. Pesa cerca de cuatro kgs. al nacer. O sea, ¡una sandía más bien grande!

El Tapir es una especie que se encuentra amenazada desde el punto de vista de la conservación. La destrucción de la selva tropical, su hábitat, está entre los motivos. El hombre los caza para comerlos y sacar su dura piel muy apetecida para construir aperos, riendas y cinturones. O sea, una vez más somos culpables de la cercana extinción de una especie.

Los ejemplares nacidos en Chile están casi todos en un zoológico privado y son dignos de ser visitados. Mezcla rara de varios animales, de gran cercanía con el ser humano, los tapires ameritan nuestra atención. Tal como Alf lo hizo en su momento.

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