De seguro hay por ahí cientos de diseñadores gráficos con amplio manejo en el uso del Photoshop, pero lo que distingue a James Fridman es su indiscutible ingenio. Tú, yo, cualquiera puede enviarle una fotografía para que él la retoque, pero hay que atenerse a las consecuencias.

Fridman cambia siluetas dejando en evidencia lo absurdo de muchos de los pedidos, al tiempo que publica el antes y después de imágenes sin modificar cuando desea que alguien se dé cuenta de que está siendo víctima de estándares de belleza imposibles.

El joven tiene más de 300.000 seguidores en Twitter, más de 100.000 en Facebook y otros 160.000 en Instagram. Aquí te mostramos por qué Fridman es una verdadera celebridad en las redes.

“Hey Jemie, esto es para mi novio, a él lo único que le gusta de mí son mis piernas, jaja. Me puedes hacer “Miss Piernas”, como que tengo las mejores piernas y nada más, algo que lo vuelva loco. ¡¡Gracias!!”. La respuesta al pedido fue la foto de la derecha con el mensaje “Esto debería volverlo loco”.

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“Hey James, podrías hacerme lucir con el estilo Kardashian? El de cualquiera de ellos”. Eso hizo Fridman: le dio el look de Rob Kardashian, el hijo del famoso clan.

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“Hola James, otra más para tener el estilo Kardashian, jaja. Por favor, podrías hacerme lucir como Kylie Jenner, ¡pero no bromees! (Solo hazme lucir como la verdadera Kylie). ¡Gracias!”. Y Fridman no dudó: “Así luce la verdadera Kylie”, o sea, sin cirugías.

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“James, por favor, haz mi trasero más grandeeee, al estilo Kim Kardashian, quiero que todas sientan celos ¡Gracias!”. “Ahí lo tienes”, respondió Fridman, cumpliendo su deseo de un trasero enorme.

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“¿Puedes arreglar esta tabla de planchar? Haz los senos más grandes, jaja y muéstrame cómo queda.” El diseñador arregló el “problema” con Photoshop, tal como muestra la foto de la derecha.

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Pero, a veces, Fridman no cambia las fotos y deja el humor y la ironía de lado. En los siguientes casos, publicó las fotos pero enviando un mensaje de autoconfianza a quienes lo habían contactado, varios de ellos muy jóvenes.

Aquí, la joven le pide lucir más delgada. “Nunca he sido delgada y quiero una foto de la que pueda estar orgullosa”. James le respondió: “No puedes estar orgullosa de algo que no has conseguido. Si eres saludable y feliz tal como eres, ¿por qué cambiar?”

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Este chico le dijo que le gustaría saber cómo se vería con piel blanca. “Si tu piel fuera blanca, serías una persona completamente diferente. Eres quien eres y ahí está lo bello”, le respondió.

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“¿Podrías hacer que mi cabello sea rubio y mis labios un poco más grandes, por favor? Estoy tratando de conseguir un estilo Kardashian“. Fridman fue categórico: “Eres bella. No debes tratar de conseguir un look Kardashian”.

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“Hola James. Me preguntaba si podrías hacerme lucir bonita en esta foto. No tengo autoconfianza y estoy lidiando con desórdenes alimenticios, así que solo quiero algo que me inspire a ser y verme en una versión bella de mí misma”. Ante el delicado pedido, Fridman respondió: “Nada ni nadie puede hacerte más bella de lo que ya eres. No dejes que te influencien los estándares equivocados. No des a tu apariencia más importancia que a tu salud. Mejórate”.

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Fridman pone humor e ironía cuando la situación lo requiere, pero también sentido común y palabras de aliento cuando es necesario. Bien por él.