Las denuncias de acoso sexual en Hollywood tienen dos nuevos nombres involucrados. Esta vez, la denunciante es Melissa Gilbert, la recordada Laura Ingalls de “La pequeña casa en la pradera”. Y el hombre al que apunta es uno de los directores más reconocidos del medio: Oliver Stone.

La actriz estuvo invitada al programa “Radio Andy”, en el que comenzó contando que en su larga carrera en Hollywood, muchas veces se había enfrentado a hombres poderosos y que, durante un casting, había sido humillada.

Melissa Gilbert

Gilbert confesó que el episodio sucedió en la prueba para el film “The Doors”, para el rol que finalmente obtuvo Meg Ryan. Aunque primero se expresó reticente a dar detalles por temor a las represalias, finalmente la actriz detalló qué fue lo que pasó.

Según relató, Oliver Stone le dijo que había preparado una “escena especial” para que ella la actuara “físicamente para él en la sala de audición”. “Me dijo: ‘Escribí la escena entera. El personaje está sobre mis manos y rodillas, diciendo ‘Házmelo, cariño’. Realmente algo sucio y horrible. Y él se animó a agregar: ‘Quiero que la representes para mí’”, explicó la actriz.

Melissa Gilbert asegura que la situación fue tan “humillante y horrorosa” que se negó a hacerla y se fue llorando. Esto sucedió en 1991, cuando ella tenía 27 años.

La eterna Laura Ingalls dijo que cree que esta situación tuvo que ver con su fama televisiva y el rechazo de Oliver Stone a trabajar en ese medio, al que considera menor. “Él había fanfarroneado con que nunca trabajaría en televisión”, tras lo cual un grupo de chicas se acercó a saludarla con amabilidad. “Yo le dije a él: ‘¿Ves, imbécil? Esto es lo que hace la televisión”, respondiendo a Stone.

Oliver Stone

Cuando se conocieron las denuncias masivas contra Harvey Weinstein, el caso que desencadenó la ola de denuncias, el director de “Platoon” y “Nacido el 4 de julio” había hecho controvertidas declaraciones en defensa del productor, aunque después se retractó y elogió a las víctimas por haber hablado.

Con las denuncias aún resonando en los medios y la opinión pública, el tema lejos de ir bajando el tono, no hace más que crecer, con más y más testimonios. Y tiene sentido: cuando algo lleva oculto demasiado tiempo, basta un momento de coraje para animar al resto.

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