Los 10 tipos de infieles más comunes con los que te puedes encontrar: Del culposo al descarado
- Francisca Munita, ex guía de Rankings
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Lamentablemente, la infidelidad es una realidad más común de lo que se cree. Muchos han vivido esta experiencia, ya sea como víctimas o protagonistas de la infidelidad, y saben -en ambos casos- la difícil situación emocional que se genera.
Pero no todos los infieles operan igual. Según el tipo, tienen diferentes motivaciones, cargas emocionales, estrategias y conductas. Entre la variada fauna de infieles, quisimos detectar los prototipos más habituales, que se pueden aplicar tanto para el hombre como para la mujer infiel. En ocasiones, un infiel puede tener las características de más de uno de estos prototipos.
A continuación, presentamos los 10 tipos de infieles más comunes. ¿Qué otro prototipo conoces?
- El infiel oportunista: este tipo de personaje no toma mayores riesgos para cometer su infidelidad y prefiere esperar una oportunidad perfecta para hacerlo. No busca las situaciones, pero si el contexto se lo permite, ¡bienvenido sea! Sus momentos perfectos se dan cuando debe viajar por negocios o cuando cae en ese típico estado de “viudo/a de verano”.
- El infiel Sultán: en la mayoría de los casos este tipo de infiel es hombre. Se trata de una persona que se cree con el derecho de tener dos (y si su billetera se lo permite, tres o más) parejas, y lo encuentra de los más normal. Es por ello que suelen tener una doble vida, porque jamás quieren abandonar a su esposa “oficial”, pero tampoco quieren perder sus “sucursales”.
- El infiel Canitrot: este tipo de personaje en realidad sólo se transforma en un infiel cuando se va de carrete, obviamente sin pareja. Llega a un happy hour con sus amigos, y lo que en un principio era sólo una junta con sus amistades más cercanas para reírse y recordar buenos momentos, luego de dos o tres tragos se transforma en una verdadera escena de “cacería”, en la cual el infiel Canitrot empieza a coquetear con quien se le ponga en frente. Esta actitud jamás la tomará en un estado sobrio y suele arrepentirse cuando se le pasa el efecto del alcohol.
- El infiel culposo: es el personaje que no puede evitar ser infiel, pero que siente grandes remordimientos por serlo y sabe que no está bien. Para bajar su sentimiento de culpa, suele hacer grandes regalos a su pareja oficial, como una forma de “pagar” por sus pecados. Además de los regalos materiales, en sus momentos de remordimiento de conciencia suele ser extremadamente cariñoso con su esposo/a (la llama mil veces por teléfono para saber cómo está, le dice lo mucho que lo/a quiere, etc.).
- El infiel Cara de palo: no siente ningún remordimiento por nada y no le interesa perder el tiempo buscando coartadas. Por eso, y aunque obviamente no quiere ser pillado, siempre vive al límite del peligro (habla por teléfono con su amante cerca de su esposo/a, sale a lugares públicos, etc). Total, en caso de ser descubierto, su estrategia es “morir con las botas puestas”, es decir, negarlo hasta la muerte e incluso mostrarse ofendido por la desconfianza de la pareja.
- El infiel estratégico: a diferencia del anterior, este tipo de infiel destina grandes recursos y tiempo para elaborar una estrategia adecuada, para nunca ser descubierto. Suele tener dos o más celulares para utilizarlos especialmente para este fin, guarda los contactos de sus amantes con nombres ficticios que no levanten sospechas, nunca saldrá a un lugar público con su amante y siempre tendrá un grupo de amigos/as con los cuales urdirá todo tipo de coartadas. En general, nadie sospecha de ellos, porque “la saben hacer”.
- El infiel con fundamento: es el típico personaje que siempre justifica sus infidelidades, incluso para quedar tranquilo con su propia conciencia. Es decir, siempre el resto tiene la culpa y nunca él/ella. Entre sus argumentos favoritos están: mi esposo/a no me toma en cuenta o me tiene abandonado, mi pareja se dejó estar físicamente (por ejemplo, está gordo/a), mi amante tiene la culpa porque me insistió y buscó mucho, la monogamia no existe y es un invento ficticio de la sociedad, etc.
- El infiel erótico: puede amar con locura a su pareja oficial, pero no puede evitar la tentación de experimentar el placer físico de tener sexo con otras personas. Es el conocido “adicto sexual” y necesita un/una amante sólo para vivir experiencias nuevas (ya que el sexo con la misma persona le parece aburrido). Le gusta probar cosas diferentes y sentir la adrenalina de la conquista. Pero jamás de los jamases se involucrará emocionalmente con su amante.
- El infiel emocional: a diferencia del anterior, este personaje sí se enamora de sus amantes, e incluso muchas veces desea abandonar a su esposo/a por irse con sus “patas negras”, aunque en la mayoría de los casos les falta valor para concretarlo. Cuando son infieles, dejarán completamente de lado a su pareja oficial, porque emocionalmente están enganchados de otra persona y suelen celar más al amante que a su esposo/a.
- El infiel cibernético: es aquel que establece una relación con alguien a través de las redes sociales. Suele coquetearle al sexo opuesto por Facebook, Twitter o Instagram, enviarse mensajes subidos de tono por WhatsApp e incluso contactarse vía Skype para, por ejemplo, presentarle un baile erótico a su amante. Pero rara vez este contacto se realiza presencialmente.
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