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Los 8 errores más comunes que hacen fracasar las dietas y los ejercicios para bajar de peso

Aquí te presentamos los 8 errores más comunes que cometen las personas al momento de hacer algún tipo de dieta o programa físico y que pueden frustrar nuestros logros.

Se viene encima el verano en el Hemisferio Sur y, junto con ello, la angustia por lucir un cuerpo esbelto y delgado.  Sin embargo, a la hora de hacer dieta y ejercicios muchos cometen errores que pueden finalmente boicotear la meta.

Por eso es necesario conocer algunos tips que pueden ayudarte a hacer este sacrificio más fácil y efectivo.

Aquí te presentamos los 8 errores más comunes que cometen las personas al momento de hacer algún tipo de dieta o programa físico y que pueden frustrar nuestros logros por mucha fuerza de voluntad que tengamos.

  1.  Creer que todas las calorías valen lo mismo:  si crees que comer mil Calorías al día de dulces y chocolates sería exactamente lo mismo que comer mil Calorías de pollo o atún, estás en un craso error. Los carbohidratos producen secreción de insulina y esta hormona bloquea la oxidación de grasa.  ¿Qué significa eso?  Que la insulina no sólo le ordena a tus células de grasa que absorban glucosa y engorden, sino que además desactiva el glucagón, que es la hormona que se encarga de  contrario, sacar la grasa de tus rollos para usarla como energía. Además, la insulina baja rápidamente el azúcar en tu sangre y eso hace que no llegue suficiente glucosa al cerebro, sintiendo hambre nuevamente en forma muy rápida.errores-1
  2. No tomar suficiente líquido:  el tomar agua no sólo ayuda a sentir saciedad.  Muchas veces el cerebro envía equívocas señales  de hambre en casos de deshidratación.  Además, un cuerpo hidratado quema en reposo más de calorías y es fundamental para que el organismo pueda metabolizar las grasas.
  3. Realizar ejercicio después de un atracón (sobre todo de azúcares):  si entrenas justo después de comer, como una forma de “pagar” tus pecados, no conseguirás quemar ni un gramo de grasa.  Esto se explica porque tu cuerpo estará hasta arriba de insulina, la hormona que se encarga de hacer llegar la glucosa a las células.  Esta hormona impide quemar grasa, por lo tanto, aunque te mates corriendo o bailando, el ejercicio no servirá de mucho para quemar ese indeseable rollito. Por eso, si quieres comer algo “rico y calórico” , siempre se aconseja hacerlo después de una rutina de ejercicios, pero nunca antes.
  4. Comer sólo hidratos de carbono:   si vas a pegarte un atracón de azúcares, es mejor hacerlo combinándolo con proteínas  y una pequeña cantidad de grasa.  ¿La razón? Comer carbohidratos solos,  dispara más rápidamente tus niveles insulina, y si hay insulina en tu sangre, no quemarás grasa. Por esta razón, si quieres comer arroz o pasta, mejor hacerlo con algo de carne o pescado, ya que de esta manera, la insulina no se dispara tan rápidamente.
  5. Saltarse una comida: este mal hábito no sólo hace tu metabolismo más lento. Además, los períodos largos de ayuna incrementan el hambre,  impulsando a la persona a comer descontroladamente en la siguiente comida. En resumen, las personas que comen más veces al día,  ingieren en promedio menos calorías que aquellas que se saltan el desayuno o almuerzo.
  6. Realizar dietas hipocalóricas extremas: este tipo de dietas no sirven porque  sólo logran hacer el metabolismo más lento, es decir, tu cuerpo se adapta a quemar menos calorías, por lo que una vez que vuelvas  a comer normal, recuperarás con más facilidad los kilos perdidos.  Esto se produce porque frente a regímenes estrictos (por lo general menos de 1.200 calorías diarias)  el cuerpo comienza a ahorrar calorías a través de una reducción del metabolismo, como una forma de evitar la degradación del tejido muscular.  Además, este tipo de dieta someten al cuerpo a un fuerte estrés, que elevan el cortisol , una hormona que entre otras cosas, potencia los efectos de la insulina, lo que te lleva a acumular más fácilmente  el azúcar en  forma de grasa, especialmente  en el abdomen.
  7. Comer poco y hacer mucho ejercicio: esta técnica  sólo funciona a corto plazo.  Con un déficit calórico quemarás grasa, pero lamentablemente también masa muscular.  Con el tiempo tendrás menos músculo y eso baja tu metabolismo.  Recuerda que en reposo un kilo de músculo quema 13 calorías y un kilo de grasa sólo 4. De esta manera, cuando termines tu dieta hipocalórica, tu cuerpo tendrá un metabolismo más lento y sin masa muscular, lo que significa que tendrás  menos capacidad de quemar grasa, produciéndose el  indeseado efecto yo-yo .
  8. Hacer dieta primero y después comenzar a hacer ejercicios: muchas personas, sobre todo mujeres, creen que primero deben someterse a una dieta estricta, para luego de adelgazar, comenzar a realizar ejercicios o inscribirse en el gimnasio.  Pero diversos estudios, como el  realizado por el Instituto de Endocrinología, Metabolismo e Hipertensión de Tel Aviv, Israel, han demostrado que  para adelgazar de forma permanente, es más efectivo realizar ejercicios primero , para después comenzar con una dieta .  Esto se explica por la misma razón que el punto anterior, donde la clave es no perder masa muscular y así evitar el efecto rebote de los regímenes hipocalóricos. Asimismo, el ejercicio no sólo debe ser cardiovascular, sino también se deben incluir sesiones de pesas.

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