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En el último año se ha incrementado el precio del vino. Quienes se reconocen como fanáticos de su consumo han notado que actualmente hay que desembolsar más dinero para comprar la misma botella que hace 12 meses.

¿La razón? Algo que varios llaman una catástrofe en la industria: la producción más baja en 60 años. Y podría ser peor.

La cosecha en mercados clave alrededor del mundo, principalmente de Europa y Sudáfrica, están generando una escasez que tiene, por ejemplo, la venta al por mayor del vino base en Italia un 74% más caro que el año anterior. California, en Estados Unidos, también sufrió con los incendios.

Y ahí en donde se ven afectados lo vinos más baratos, ya que las empresas que apuestan a vender por mayores cantidades, actualmente tienen un margen muy bajo de ganancias y eso las llevará probablemente a subir los precios por botella. Esto, traspasándoles el aumento en el costo del vino a los consumidores. Así lo explicó Stephen Rannekleiv, estratega global de bebidas en Rabobank, citado por CNN.

“Habrá, en algunos casos, vinos de menor calidad mezclados con productos de un valor ligeramente superior, por lo que todo el mundo bajará un nivel en calidad”, añadió Rannekleiv.

O sea, la industria del vino vive momentos clave ante un inminente aumento de los precios. No solo en las botellas que ya son caras, sino que más aún en los que hoy son considerados vinos baratos.

Como dato, en el 2017 la producción europea de vino cayó en un 15%: en Italia hubo una reducción del 21%, en Francia del 18 y en España del 15%. Esto, según cifras entregadas por la Comisión Europea.