• Jaime ceresa, ex Guía de Lucha Libre
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Drew McIntyre es el nuevo ganador del Royal Rumble y va directo al evento principal de Wrestlemania 36 presuntamente contra Brock Lesnar.

Lo de él es una historia de sacrificio, pero por sobretodas las cosas del timming correcto para crear una estrella.

Becky Lynch, Batista, Stone Cold Steve Austin, Daniel Bryan y Kofi Kingston son ejemplos que las figuras la mayoría de las veces surgen de forma orgánica y son los fans los que de una u otra forma las levantan.

Existen otros casos como el de John Cena, Charlotte Flair, Seth Rollins, La Roca y Roman Reigns donde con mayor o menor éxito es la compañía la que escoge quienes serán sus caras corporativas.

El caso de Drew McIntyre responde a los dos casos. Hace 13 años, con apenas 21 años fue el escogido por Vince McMahon para ser el rostro de la WWE, fue en ese instante donde comenzó un periplo que lo llevo a terminar como jobber, luego irse al circuito independiente, hacer camino y volver a NXT hace poco más de dos años para reclamar su herencia.

Ya en el roster principal, McIntyre partió como un heel sin un rumbo fijo, y desde hace poco comenzó a ser aplaudido por los fans que comenzaron a identificarse con él.

Lecciones aprendidas con Daniel Bryan, Becky Lynch y Kofi Kingston llevaron a la empresa de Vince McMahon a apretar el gatillo en el luchador, antes que los fans lo hicieran por ellos y boicotearan de pasada sus planes.

Un mes de enero estelar, que termina coronado por un Royal Rumble espectacular han transformado al escocés de eterna promesa a potencial estrella de la Compañía, y hoy depende sólo de él capitalizar el momento.

Lo de Drew es sin lugar a dudas un premio a la perseverancia y esfuerzo.