El círculo de preocupación e influencia y cómo estos elementos impactan decisivamente en tu vida
- Humberto Almonacid, ex guía de Crecimiento Personal
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Espero que hayas estado bien en todo este tiempo y que sigas avanzando en tu plan de Crecimiento Personal. Comenzaré esta entrada repitiendo algo que compartí contigo en algún momento, sobre el hecho de tomar la iniciativa: recuerda que siempre deberás tomar tus decisiones pensando en las consecuencias, es decir, siempre tendrás la libertad de elegir lo que desees, pero no puedes eludir la responsabilidad que te compete al hacer esa elección. Eso es algo fundamental que diferencia a las personas proactivas de las reactivas, ya que las primeras saben el poder que tienen para hacer que su vida sea tal como quieren que sea, en vez de quejarse constantemente y vivir como víctimas de sus circunstancias.
Para ser capaz de identificar aquellas cosas donde tienes incidencia o no, existe algo llamado el círculo de preocupación y el círculo de influencia. Para comenzar, quiero pedirte que imagines un círculo muy grande, donde se encuentren todas las cosas que te preocupan en la vida (puede variar según el ejemplo), como la paz mundial, la educación de tus hijos (si los tienes), ese proyecto de la empresa donde trabajas, el resultado de tu equipo favorito en cualquier deporte, el calentamiento global, la salud de algún familiar, el clima de mañana, en fin, todo a lo que puedas prestar atención en algún momento del día, observando eso sí, que fuera de este círculo, estarán todas aquellas cosas que no te interesan en absoluto, pero que pueden ser importantes para otros.
Ahora, imagina un círculo más pequeño que se encontrará al interior del círculo de preocupación, a este lo llamaremos círculo de influencia donde se encuentran todas aquellas cosas que te preocupan y en las cuales tienes la capacidad de influir en sus resultados, pudiendo ser, la educación de tus hijos, la relación con tus compañeros de trabajo, ese proyecto de la empresa, la relación con tu pareja, entre muchas otras.
Basado en lo anterior, se pueden manifestar los siguientes patrones de comportamiento y que puedes comenzar a reconocer desde ahora mismo en tu quehacer cotidiano:
Si eres reactivo, tu círculo de influencia se hace más pequeño.
Las personas reactivas centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación, su foco está en los defectos de los demás, en los problemas del medio (clima, delincuencia, etc.) y en las circunstancias sobre las que no tienen ningún control, su energía es negativa y se combina con la desatención del círculo de influencia, haciendo que este se haga cada vez más pequeño. Se convierten en víctimas que lo único que hacen es quejarse, justificarse y culpar a los demás.
Si eres proactivo, tu círculo de influencia se hace más grande.
Por otro lado, las personas Proactivas centran siempre sus esfuerzos en el círculo de influencia, se dedican a enfocar su energía en aquellas cosas en donde pueden hacer algo, su energía es positiva, por lo que terminan haciendo que sea más provechoso.
Entonces, sintetizando todo lo anterior, cada vez que eres reactivo, tu círculo de influencia se hace más pequeño, haciendo que seas víctima de tus circunstancias, pero cuando eres proactivo, tu círculo de influencia se hace más grande, entregándote la posibilidad de hacer que las cosas sucedan tal y como quieres que sean, ampliando tu margen de acción para alcanzar esos resultados que generan valor para tu vida y para todos quienes te rodean.
Nos vemos en la próxima entrada y no olvides visitar mi página www.humbertoalmonacid.com
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